El yacimiento de arcillas y arenas de Barcia no está del todo descartado. La última asamblea de la parroquia rural de Barcia y Leiján, propietaria de los terrenos, acordó volver a estudiar el proyecto de cantera de la empresa Minerales Industriales del Cantábrico si la compañía introduce los cambios esperados en el proyecto presentado al Principado y que, finalmente no pasó el trámite ambiental. Estas modificaciones tienen que ver con la mejor contención de taludes, la impermeabilización de los acuíferos y el futuro plan de restauración, entre otros aspectos.

El presidente de la parroquia, Ricardo García Parrondo, asegura que, una vez con el nuevo proyecto en la mano y siempre que pase el trámite legal, "quien decidirá será el pueblo de Barcia". Se refiere a que se convocará un encuentro en el que tendrán cabida todos los habitantes de la parroquia, pero no los del entorno.

El año pasado algunos vecinos de Valdés mostraron su rechazo a esta cantera, que, según aseguraban, podría tener impacto en el desarrollo turístico del municipio. A este respecto, el presidente de la parroquia indica que los camiones que saldrán de la cantera "sólo pasarán por caminos Barcia antes de llegar a la Autovía del Cantábrico". Según el proyecto que la empresa presentó el Principado la instalación produciría 182.000 toneladas de material al año y ocuparía una superficie total de 159.200 metros cuadrados en la zona conocida como Los Praducos. La vida estimada de la explotación es de 15 años.

La parroquia de Barcia y Leiján cederá, en su caso, los terrenos. Por esta cesión ingresará unos beneficios que convertirán a la entidad menor en una de las más ricas de Asturias. En los años de vida de la cantera, la parroquia ingresaría una cantidad millonaria que se invertiría en las zonas públicas del pueblo y en las necesidades de la parroquia.