La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Boal descubre los secretos de la Cova del Demo

Los vecinos acceden a la gruta en una visita extraordinaria para admirar sus pinturas rupestres

Los vecinos, en la ruta hacia la cueva boalesa. G. G.

Un halo de misterio rodea, aún a día de hoy, las pinturas rupestres que adornan las paredes de la Cova del Demo de Boal. Una serie de trazos sobre el material cuarcítico, apenas esquemas, que representan seres humanos y animales, con un "sentido armonioso" en su disposición, en un enclave de difícil acceso. "En su época, era un sitio muy especial", afirma Gabino Busto, arqueólogo de la Dirección General de Patrimonio Cultural.

En la mañana de ayer, Busto guió a un nutrido grupo de vecinos del concejo, que tuvieron una oportunidad única de adentrarse en esta oquedad y descubrir sus secretos, ya que permanece cerrada al público con una imponente verja negra. De hecho, uno de los objetivos que se ha marcado la Sociedad de Amigos de Boal, impulsora de esta actividad, es poder abrir al visitante este recursos, procurando en todo momento su conservación, como Bien de Interés Cultural (BIC) que es.

"Es una cueva, o abrigo, muy singular. En primer lugar porque es único en la comarca occidental de Asturias", explica el arqueólogo, que contrapone esta situación a las numerosos casos que existen en la zona central y oriental de la región. "Es un yacimiento que conviene respetar mucho, y conocer", asevera.

La Cova del Demo tiene quince metros de profundidad por ocho de altura, a media altura en una zona montañosa cerca del pueblo de Froseira. Las pinturas datan de la Edad del Bronce, en los años 1900 a 1800 a. C. "Se trata de un lugar que frecuentaban los cazadores y pastores, relacionado con los ritos o aspectos simbólicos, pero no a la vida cotidiana, porque tiene una ubicación incómoda", considera Gabino Busto. Fue descubierta en 1983, y ahora goza de una especial protección.

La Sociedad de Amigos de Boal quiere que este yacimiento pueda ser visitable por vecinos y turistas. "Consideramos que es necesario articular un régimen de visitas. Hay que buscar una fórmula para que los ciudadanos puedan disfrutar de este bien que tenemos en Boal. Nos dirigiremos a la Consejería de Cultura para que se habilite el procedimiento de acceso controlado", anunció Miguel Mojardín, presidente del colectivo, satisfecho con la aceptación de una actividad en la que participaron cuarenta personas. "Es esencial conocer y disfrutar del arte que nos dejaron nuestros antepasados".

Compartir el artículo

stats