Los vecinos de la parroquia tapiega de Campos y Salave han decidido rescatar el retablo mayor de la iglesia de Santa María, que corría serio riesgo de derrumbe por su deficiente estado de conservación. La arqueóloga y restauradora Marta Luisa Corrada está al frente de este proyecto, que busca dar estabilidad estructural al retablo y eliminar repintes modernos con el fin de rescatar la policromía original.

Los trabajos, que supondrán a la parroquia un desembolso de algo más de 17.000 euros, estarán listos en un plazo de dos meses y medio. El equipo de restauración ha optado, pese a no ser lo habitual, por el desmontaje total de la estructura para corregir los fallos en el ensamblaje de las piezas y garantizar la seguridad de la estructura. También está previsto que la parroquia haga una nueva base, sólida, estable y nivelada, sobre la que asentar la estructura.

La semana pasada se procedió al desmontaje y ahora el retablo está en un tratamiento de desinsectación que permitirá hacer frente "al ataque severo de carcoma" que presentaba y que estaba debilitando la estructura. Una vez concluya este proceso, Corrada junto a sus compañeras Mónica Ruiz y Laura Rodríguez, comenzarán el trabajo de restauración. Su objetivo es que el retablo pueda volver a la iglesia tapiega en la primera quincena de agosto.

"El retablo está mucho peor de lo que parecía", precisa la experta, quien también alerta de los riesgos que corría de desmoronarse. "Al no estar bien montado, estaba muy peligroso", precisa. Respecto de las posibilidades de recuperación de la policromía original se muestra, de momento, optimista: "Por las catas que hicimos, no nos parece que el original esté muy dañado", indica, al tiempo que señala que sufrió, al menos, dos repintes por manos no expertas. En este sentido, Corrada advierte a los vecinos de que el resultado final nada tendrá que ver con la imagen actual del retablo, de ahí su interés por mostrar la evolución del trabajo para que los vecinos sean conscientes de los cambios. "Están acostumbrados a una estética determinada y es importante que vean el proceso", añade.

De manera paralela al trabajo físico de restauración han puesto en marcha la investigación para determinar el origen del retablo. La actual iglesia de Campos y Salave data del siglo XIX y se construyó uniendo dos templos preexistentes: Santa María de Campos y San Salvador de Salave. La hipótesis es que el retablo procede de una de estas iglesias y que pudieron añadírsele otros elementos, ya que hay partes "que no encajan". Corrada explica que buscarán documentación original acudiendo al Arzobispado, donde espera encontrar los libros de fábrica de ambas iglesias y documentos que aporten luz a este proceso. Por otra parte, también solictian la ayuda vecinal, especialmente en forma de fotografías antiguas que puedan indicarles cómo era el retablo en su estado original.