El pinar de Veiga de Arenas ha cambiado de color. Del verde característico en sus copas ha pasado, en cuestión de meses, a un tono marrón en muchos ejemplares. La causa hay que buscarla en los temporales del invierno, en concreto, los del mes de febrero, que causaron una gran inundación de agua salada en esta zona y han puesto en peligro este espacio natural, localizado junto a La Poza, y muy apreciado por los vecinos y visitantes.

El equipo de gobierno local, de momento, no se plantea actuar para retirar los pinos afectados por la salinidad. "Es cierto que están afectados por las grandes mareas que tuvieron lugar en el mes de febrero, pero confiamos en que muchos resistan y puedan mantenerse", explica la edil responsable de espacios verdes, Rita Irusta. Considera que, por el momento, su estado no supone un peligro para los que paseen por la zona. "Iremos analizando su situación y, si vemos que supone algún tipo de riesgo para las personas que a diario pasan por allí, actuaremos en consecuencia", afirma Irusta. Este pinar, entre la Poza y la playa, es un lugar muy frecuentado por los naviegos durante todo el año, en sus paseos o para entrenar. También tiene cierto valor sentimental, porque cobija a los romeros que cada 17 de agosto participan en la Jira de Navia.

El problema del pinar se suma, de este modo, a los existentes en esta zona del concejo. Por un lado, el estado de La Poza, que ha perdido todo contacto con la ría, y que con las altas temperaturas del verano ve gravemente empeorado su estado general. Está anunciada una actuación, que, según las previsiones de la Administración, comenzará a lo largo de este mes de junio.

Por otro lado, preocupa la situación del espigón de la desembocadura. Tras la petición formulada por el Consistorio, el Principado se comprometió a realizar una obra de emergencia, que tampoco ha comenzado aún.