Piñera ha vuelto a recibir peregrinos en tránsito hacia Santiago de Compostela. El albergue de la localidad, de propiedad municipal, abrió sus puertas el pasado viernes, después de más de un año de obras y reformas, con una importante inversión. El resultado, por lo que se adivina después de estas jornadas, no puede ser más positivo: "Es muy cómodo para los peregrinos, y está todo perfecto. Es genial", valora Margarita Crespo, la persona que se ha hecho con la gestión tras el concurso público impulsado por el Ayuntamiento.
Las obras han servido para renovar el tejado al completo, rehacer equipamientos como los baños y las duchas, y dotar de nuevo material la cocina, la zona de dormitorio y la lavandería. Una operación que ha mantenido cerrado este albergue desde noviembre de 2015, y que ha supuesto, en total, unos 250.000 euros de inversión, entre diversos planes de empleo y formación y servicios contratados a empresas constructoras.
Margarita Crespo, vecina de Puerto de Vega, fue quien finalmente se hizo con la gestión del equipamiento, en principio, hasta finales del presente año. "Me vino de maravilla porque me encontraba en el paro desde hace dos años y esto es una nueva oportunidad para trabajar", señala. Además, destaca el horario flexible que permite el cargo, y el empeño que ha puesto en la puesta en funcionamiento de este albergue: "Tengo mucha ilusión", confiesa.
El peregrino que decida descansar en Piñera se encontrará, por tanto, un espacio "nuevo, limpio, y muy ordenado" que lo acogerá por un precio estipulado de cinco euros. Se ofrecen todo tipo de servicios, incluida una cena, a precio reducido. Hay conexión a internet, lavandería, sala de estar con televisión y una amplia terraza, que, señala la responsable, "se convierte cada día en un lugar de tertulia muy animado".
Por el momento, la opinión de los peregrinos respalda el resultado de los trabajos realizados en el equipamiento. "Quedan encantados, sobre todo con lo limpio y lo nuevo que está el albergue, y con su buena distribución. En la habitación tienen mucho espacio entre literas. Se van encantados", dice Margarita Crespo, que incluso ha colocado un libro de visitas en el que los peregrinos pueden dejar sus opiniones. "Hemos pasado una estancia muy agradable. Ha sido un placer", reza uno de los textos recogidos.
Explica Crespo que hasta Piñera llegan, sobre todo, los peregrinos que han partido al amanecer de Soto de Luiña (Cudillero) o de Cadavedo (Valdés); los que salen de Almuña, también en Valdés, prefieren continuar hacia la siguiente parada, en La Caridad (El Franco).
La responsable del albergue subraya que a todos los peregrinos se les ofrece una completa información de la ruta que deben seguir, los números de teléfono de referencia en la zona, y los puntos de la comarca que no se pueden perder. "Les hablo de Navia, pero también de Puerto de Vega, que es precioso, para que sepan lo que tenemos aquí y puedan volver en otra ocasión".
Tras estos primeros días, Margarita Crespo se muestra "encantada" de poder ayudar a quienes peregrinan hacia Compostela. "Me parece un trabajo muy enriquecedor, con el trato directo con la gente. Conoces a diario otras culturas, otras formas de ver la vida, practicas idiomas...". Además, por el momento, la experiencia ha sido sumamente positiva: "Los peregrinos han sido todos cariñosos, amables, y educados. Todo lo bueno que diga sobre ellos, es poco", remata.
