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Los vecinos de la villa pixueta, hartos del tráfico y de los coches subidos a la acera

Los residentes piden medidas urgentes para regular el paso de vehículos y poder salir de sus casas sin riesgo

Ismael Prendes, en su portal de la calle García de la Concha. A. M. SERRANO

Los vecinos de la travesía de la villa de Cudillero -que une la parte baja con la alta- reclaman una pronta solución para los problemas de seguridad vial que sufren cada día y que, con el verano en pleno apogeo, se incrementarán. El vecino Ismael Prendes lidera la protesta. Explica que las aceras "hoy por hoy son más utilizadas por los coches que por los peatones".

El ancho es muy justo si se cruzan dos vehículos en una carretera de doble sentido. En la mayoría de los casos, los conductores se ven obligados a parar y hacer la maniobra. El asunto se agrava si hay peatones paseando por las dos aceras. "Todos los coches que pasan por aquí tiene que subirse a la acera porque si no lo hacen, dos turismos no se cruzan, ya no digo un camión", detalla Prendes.

El portavoz vecinal se ha dirigido al Ayuntamiento en varias ocasiones. En todas ellas, ha remitido información imágenes y vídeos para documentar la problemática. Espera por una solución desde hace casi un año. El Alcalde, Ignacio Escribano (PP), propuso, según Prendes, poner un bolardo justo en la salida de los portales de las viviendas con más problemas. Esta solución, que tampoco ofrece respuesta para los vecinos que utilizan acera a diario, tarda en llegar. Ahora el Ayuntamiento espera por una autorización de la Dirección general de Patrimonio para poder instalar este obstáculo que impediría que los vehículos pisaran la acera justo en la salida de algunos portales de viviendas.

Entre tanto, se estudian otras opciones, detalló Prendes. Se trataría de hacer la calle de sentido único o de colocar semáforos para regular el paso de los vehículos por los tramos de la calle con un ancho más comprometido.

El Alcalde no atendió ayer la llama de este diario por un problema personal. La concejala de Obras, Verónica Pardo, dijo ser conocedora de los problemas, pero apuntó que este asunto "está en manos del regidor".

A la altura del número 14 de la calle García de la Concha, el ancho es de 4,10 metros. En la parada de taxis, de 3,59 metros, según detalla Prendes. Este vecino también ha dirigido toda esta información a la Policía Local, "que me ha invitado a denunciar y a informar de esta problema por Registro".

Los problemas se agudizan en verano, cuando las visitas a Cudillero se pueden triplicar en un día laboral. "Sólo nos harán caso cuando tengamos que lamentar un atropello", dice Prendes. Este vecino añade que en algunos portales viven niños, lo que incrementa el riesgo de accidente. "Nosotros para salir a la calle desde nuestro portal tenemos que mirar a todos los lados porque te pueden llevar por delante, no puedes poner un pie en la acera con tranquilidad, es insólito", dice,

No es la primera vez que Cudillero debate sobre este asunto. La travesía de la villa pixueta es muy estrecha y soporta mucho volumen de tráfico, además de muchos peatones, sobre todo, en verano con la llegada de los turistas. En la mayor parte de las ocasiones, el conductor tiene que parar en mitad de la calzada si no se desea invadir la acera. En caso de hacer de sentido único estas calles (Suárez Inclán y García de la Concha) todos los vehículos tendrían que utilizar la salida por el puerto, es decir, hacer una recorrido en uno de los sentidos que suma siete kilómetros de rodeo. Una medida que se intentó aplicar hace años y chocó con la oposición frontal de los vecinos.

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