Ghizlane Mazzouz teme que este verano no pueda llevarse de vacaciones a sus dos hijos a Marruecos, su país de origen. La razón es que los menores, de 5 y 3 años, tienen su pasaporte caducado y no ha habido acuerdo entre sus progenitores para realizar su renovación, con lo que la única posibilidad que tiene para obtenerlo es recurrir a la justicia con el gasto que ello conlleva.

Mazzouz, que ahora reside en París, vivió en Cangas del Narcea durante unos cuatro años, en los que se casó con un cangués y tuvo dos hijos. En Cangas continúan viviendo los niños a cargo del padre, que tiene la guarda y custodia de los menores al trasladar la madre su domicilio.

Ya en 2015, tras el divorcio, Ghizlane Mazzouz tuvo que recurrir a la justicia para poder hacerles los pasaportes a los pequeños y llevarlos de viaje a Marruecos, además de visitar Francia. Pero en menores de 5 años la validez del documento es de solo dos años y este mes han caducado.

"Le pedí al padre, hace unos meses, que hiciésemos la renovación de los pasaportes y me dijo que no, que vuelva a solicitarlo al Juzgado, pero no puede ser, no puedo pagar abogado y procurador cada dos años para conseguir unos pasaportes", lamenta la madre.

Sin éxito también escribió al Juzgado cangués para solicitar una actuación de oficio ante el caso. "No es normal que la jueza no actúe de oficio habiendo antecedentes de que me quiere poner trabas, y en lugar de ello que me remitan a que haga un procedimiento a través de un abogado", explica. Un acto que tiene calculado que le supone un gasto de unos 1.600 euros, coste que en estos momentos asegura que no se puede permitir porque lleva tiempo sin trabajar.

Para Ghizlane Mazzouz es importante que sus hijos puedan continuar viajando a Marruecos para que consigan mantener el arraigo con la familia materna. "Los niños tienen el mismo derecho a disfrutar de los abuelos españoles que de su abuela marroquí; además, allí tienen primos carnales, que incluso están aprendiendo español para poder hablar con ellos", enfatiza.

Tampoco entiende que dada su situación de estar residiendo en otro país, en la sentencia se haya establecido que el reparto de vacaciones de verano sea en dos tandas de 15 días cada una y no consecutivas.

No obstante, insiste en que lo positivo para los niños es que "después de estar todo el año en Cangas, yendo al colegio, ahora puedan irse y estar con su madre y su familia. Si no lo permiten es como si les estuvieran castigando porque no les dejan disfrutar como tienen que hacerlo".

Mazzouz visitó ayer a los niños en Cangas del Narcea y espera encontrar una solución para lograr que las vacaciones que quiere para ellos se hagan realidad.