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El deseo para el final, mejor por escrito

Los profesionales sanitarios animan a cubrir el testamento vital, que "ahorra muchos problemas en un momento delicado"

Laura Rodríguez-Vigil, en Villayón. G. G.

En el testamento vital, o documento de instrucciones previas, la persona deja escrito su deseo para el momento en el que su estado de salud no le permita manifestarlo. Se refiere, sobre todo, a los tratamientos médicos a aplicar y al destino último de su cuerpo y órganos. Es una guía imprescindible para los profesionales sanitarios, que deben conocer las intenciones del paciente que está en sus manos. "Es un documento muy necesario, que ahorra problemas en unos momentos muy delicados", asegura Laura Rodríguez-Vigil, médico de familia en Villayón.

El interés de las instancias sanitarias es dar a conocer este mecanismo y animar a los ciudadanos a que dejen negro sobre blanco cuáles son sus deseos en caso de verse en situación terminal. "Cuando existe la posibilidad de que una persona se quede sin capacidad de decidir por sí mismo al final de su vida, es básico que deje constancia de sus pretensiones sobre los tratamientos que quiere que se le apliquen o no. Los médicos nos encontramos muchas veces con unas discusiones en las familias terribles, unos abogando por dejar ir a la persona afectada, otros señalando que se debe hacer todo lo posible porque siga viviendo", apunta Rodríguez-Vigil, que recuerda que se recurre a esta instancia cuando "no existen posibilidades de recuperación" y el afectado no puede decidir por sí mismo.

Las ideas, la religión, el pensamiento de los facultativos pueden ser factores que influyan en estos duros momentos. Además, la intención de los familiares puede estar encontrada. En estos casos, lo que el paciente ha dejado escrito es lo que prima. "Evita problemas, sobre todo, entre los propios familiares. Es una situación terrible, algo horroroso. Pelearse en esos momentos es desagradable, y ocurre muy a menudo", señala la facultativa.

A pesar de todo ello, considera esta profesional que "poquísima gente" cubre este testamento, ya que "hablar de la muerte en nuestra cultura es poco frecuente, y llega a ser un tabú".

El mecanismo para cumplimentar el documento de instrucciones previas es sencillo. "Basta con acudir a atención al paciente en el centro de referencia de cada área, y solicitarlo. Allí se cubre y ya queda constancia para el futuro", explica Laura Rodríguez-Vigil. Señala, además, que existen otras formas, y que en internet se pueden encontrar formularios adecuados, que también pueden ser sellados por un notario.

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