Tras varios meses de silencio, la compañía aurífera Black Dragon (antigua Astur Gold) ha anunciado el fin de su proceso de recapitalización, lo que le permite "estar en condiciones de reiniciar" el proyecto minero de Salave. La firma canadiense ha nombrado además un nuevo consejo de administración donde destaca el nombre de Alberto Lavandeira, que dirigía Río Narcea cuando la compañía intentó abrir la mina tapiega mediante una explotación a cielo abierto.

La minera explica en un comunicado que ha logrado recaudar 8,5 millones de dólares de inversores institucionales y privados, cifra que les permite liquidar sus deudas. Califican este paso de "hito significativo" pues les permite cancelar el préstamo solicitado, pagar a los acreedores y reanudar su plan para explotar la mina de Salave. El hasta ahora consejero delegado, Brian Wesson, agradece el apoyo a los accionistas, acreedores y personal por haber logrado "trasladar a la compañía a la posición de desbloquear el proyecto de Salave, que entregamos al nuevo equipo de gestión con la plena confianza de que será capaz de crear valor para los accionistas".

Black Dragon explica que la Junta actual tenía previsto dimitir ayer, fecha de liquidación del préstamo contraído con la firma RMB. El nuevo consejo, indica la compañía, "tiene una experiencia significativa en la explotación de proyectos mineros, especialmente en Europa". Al frente del equipo está el nuevo consejero delegado, Paul Cronin, quien considera que "Salave es un gran proyecto" y se muestra dispuesto a trabajar en el corto plazo con la comunidad asturiana local para desarrollar un proyecto que "ofrezca grandes beneficios sociales a la comunidad".

Junto a Cronin, administrador de fondos y banquero de inversiones, figuran Jonathan Battershill que se convertirá en presidente de Black Dragon; Richard Monti y Alberto Lavandeira, ambos en el puesto de directores no ejecutivos. El único español del equipo es Lavandeira, que cuenta con treinta y ocho años de experiencia en el sector minero y que actualmente es el consejero delegado y director de Atalaya Mining, la empresa propietaria de la mina andaluza de Riotinto.

Lavandeira, ingeniero de minas por la Universidad de Oviedo, fue el máximo responsable de Río Narcea en España entre 1995 y 2007 y en su última etapa le tocó hacerse cargo del plan para explotar la mina de oro de Salave, un proyecto que el Principado tumbó en 2005. El comunicado de prensa de Black Dragon destaca también su vinculación durante esta etapa a la mina de Boinás, así como a la de Aguablanca en Sevilla y Tasiast en Mauritania.

Black Dragon confirma así sus planes para retomar el plan de Salave, que fue denegado en diciembre de 2014 por el Principado por los riesgos ambientales que planteaba para el entorno de Tapia.