Villameana, un pueblo de la parroquia de Sobrado, en Tineo, ha acusado en los últimos años el descenso de la población, hasta el punto de que seis de sus 15 casas ya no están habitadas de forma habitual y en algunas de ellas cuelga un cartel de "se vende" en busca de nuevos residentes.
Mientras tanto, la veintena de habitantes que se mantiene en el pueblo continúa con la actividad ganadera que siempre se desarrolló en la localidad, dedicada tanto al ganado de carne como al de producción de leche.
"Tenemos concentración parcelaria desde hace 10 años y facilitó mucho el trabajo, pero si se hubiese hecho antes quizá habría más gente en los pueblos", cree José Fernández. Algo que no comparte del todo José Manuel Fernández, que piensa que es el trabajo que implica la ganadería, sin posibilidad de tener días libres, lo que hace que buena parte de los jóvenes busque otras alternativas.
En ese sentido, Esther Menéndez lo tiene claro y prefiere que sus hijos, que actualmente están estudiando, no se queden con la ganadería.
Villameana, situada a pocos metros del Carbayón de Valentín (monumento natural), tiene sus propios tesoros escondidos. En sus montes se pueden apreciar los restos de los castros conocidos como La Mouta y El Cuernu del Chobo, aunque sus vecinos aseguran que, con la maleza, apenas se puede distinguir nada. Recuerdan que en las historias de sus mayores siempre había referencias a los castros y a los hallazgos que allí realizaban.
Sus principales peticiones para el pueblo se refieren al mantenimiento de las pistas de la concentración y de la carretera.
