El palacio de Jardón, en la localidad franquina de Viavélez, volverá a salir a subasta este año después del primer intento fallido, a finales de 2015, cuando la puja se declaró desierta. La clave de este segundo intento de venta es la rebaja sustancial del precio de salida, pues pasa de 2.966.551 euros a 1.349.780,71. La subasta, que en este caso será electrónica, aún no tiene fecha cerrada, aunque podría celebrarse el próximo septiembre.

El palacete (denominado Villa San Jorge aunque conocido popularmente como palacio de Jardón) se construyó en 1918 siguiendo el estilo barroco francés, cuenta con cuatro plantas y tiene una superficie habitable de 2.000 metros cuadrados. La obra fue impulsada por el matrimonio formado por el argentino Eduardo Jardón Perissé y la franquina Teresa Ron y Magdalena, que proyectó el inmueble como residencia de veraneo de la familia.

No solo se vende este inmueble, sino también las edificaciones anexas (la casa del jardinero, la casa del mecánico y la casa de vacas) y la finca San Jorge que lo rodea, así como tres terrenos en las inmediaciones del inmueble. El primer intento de venta se remonta a 2011, cuando se gestionó a través de una inmobiliaria; sin embargo, las desavenencias entre los herederos de la propiedad abocaron a su subasta.

La primera puja, con un único ofertante que pujó por una cifra muy por debajo del precio de salida, se desarrolló en diciembre de 2015 y fue declarada desierta. A principios de este año una parte de los propietarios retomó el proceso solicitando ante el juzgado la repetición de la subasta, tal y como recoge un decreto del Juzgado de Castropol con fecha 13 de marzo: "Tras la realización de la subasta no se ha puesto de manifiesto posibilidad alguna de alcanzar acuerdos entre las partes, como a través de sus diferentes escritos se reflejan incluida la solicitud de nueva subasta".

Y es que los herederos no se ponen de acuerdo respecto del futuro del inmueble, básicamente porque parte de ellos se opone a la venta. Ante esta situación la letrada Amalia Fernández indica en el citado decreto que "no cabe ninguna otra posibilidad a juicio de este órgano de llevar a efecto el título ejecutivo mediante una nueva celebración de subasta toda vez la petición de al menos uno de los condóminos". Asimismo, explica que "no pudiéndose obligar a ninguno de los condóminos a permanecer indefinidamente en situación de proindiviso al no alcanzar ningún tipo de acuerdo, es por lo que procede resolver a la apertura y ofrecimiento de una nueva vía a las partes a fin de proceder al desbloqueo de la situación, convocando con ello la celebración de venta nuevamente en pública subasta".

Con todo, la jueza no cierra la puerta a un posible acuerdo de los propietarios que permita una enajenación extrajudicial de la propiedad, extremo que parece poco probable.

Después de que en marzo se decretara la realización de esta segunda subasta se abrió un proceso para fijar un precio mínimo, conscientes las partes interesadas en la venta de que la situación del mercado inmobiliario hace "poco probable" una venta en el precio inicial de salida de 2,9 millones. El juzgado, con fecha 25 de abril, estableció el precio mínimo de salida en el 45,5% del valor de tasación de la propiedad, lo que arrojó la cifra de 1.349.780,71 euros, que será el precio de salida de la segunda puja.

La subasta se realizará a través del portal dependiente del Ministerio de Justicia y se abrirá veinticuatro horas después de su publicación en el "Boletín Oficial del Estado" (BOE).

Veinte días de puja

Para participar en la subasta es obligatorio depositar el 5% del valor de los bienes a la venta, una obligación que no incluye a los copropietarios, pues pueden participar sin presentar depósito alguno. La subasta permanecerá abierta durante un plazo de veinte días naturales desde su apertura y "no se cerrará hasta transcurrida una hora desde la realización de la última postura, siempre que esta fuera superior a la mejor realizada hasta el momento". Los bienes se adjudicarán a quien ofrezca una mejor oferta.