El alcalde de Cangas del Narcea, José Víctor Rodríguez, asegura que "la actuación de los reguladores del tráfico fue la correcta y eficiente", después de que algunos asistentes a la Descarga, el pasado domingo, se quejaran de la desorganización en la salida de los aparcamientos habilitados en la entrada de la villa, tras haber tardado más de dos horas en salir de allí, y denunciaran la falta de presencia policial en la zona.

Rodríguez argumenta que la Policía Local estaba situada en lugares prioritarios para "permitir la fluidez en la calle Uría, vía de entrada y salida al hospital, por razones de emergencia". Además, recordó que los aparcamientos habilitados eran privados "y en ellos aparcaron cerca de 3.000 coches".

Al coincidir la Descarga en domingo, la llegada de coches a Cangas del Narcea fue escalonada; sin embargo, no ocurrió lo mismo a la hora de marcharse. "La salida de la mayoría de los vehículos estacionados en los aparcamientos habilitados, como los del resto de la villa, se produjo en el mismo momento y la principal vía de salida hacia Oviedo es única, aunque se desviaron coches por otros lugares para ayudar a la fluidez de la arteria principal", explica el Alcalde cangués.

José Víctor Rodríguez insiste en que el trabajo realizado por la Policía Local y el resto de medios destinados a la seguridad pública "fueron correctos durante todo el fin de semana" y añade que en años anteriores también se produjeron congestiones de tráfico. "Con un número menor de visitantes, años atrás se congestionaba el tráfico a la hora de la entrada y también a la salida", argumenta. También cree que se ha mejorado la organización de la entrada a la villa en los dos últimos años "cuando se cortan los accesos a la villa cinco minutos antes de la salida de la procesión, otros años las retenciones eran kilométricas a partir de las 18.00 horas".

Por lo demás, el Alcalde recalca que el desarrollo de las fiestas del Carmen fue perfecto, dado que finalizaron sin que se registraran incidencias graves más allá de las habituales heridas por caídas de varas de los voladores o quemaduras, a pesar de que la población de la villa se multiplicó considerablemente durante todo el fin de semana y especialmente el domingo.