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Campus de altura en Vegadeo

Más de un centenar de chavales de Asturias, Madrid y León participan en el campamento de baloncesto, con múltiples actividades de ocio

Foto de familia de los participantes en esta edición en el veigueño parque del Medal. ECONVIVE

"Empezaron a jugar mis hermanos, me aburría y me apunté, y sigo porque me divierte", confiesa la madrileña Nuria Tejero, que a sus 9 años es una apasionada del baloncesto y este año participa por primera vez en el campus que la asociación Econvive organiza por sexto año consecutivo en Vegadeo. Aunque el baloncesto es el hilo conductor de esta propuesta de ocio estival, el campamento incluye un paquete de actividades muy variado que permite a los jóvenes conocer una comarca en la que se sienten muy a gusto. El campus, con 121 niños de Madrid, León y Asturias, se clausura mañana.

El coordinador del campamento, Juan González, explica que la zona gusta especialmente a los que vienen de fuera de Asturias y que aprovechan esta estancia para "respirar" lejos de los calores del centro del país. Hace hincapié además en la importante labor de difusión del concejo que realizan: "Para empezar, los chavales se llevan de aquí una equipación con el nombre de Vegadeo, cuentan su experiencia y muchas veces arrastran a sus padres a conocer la zona".

La vinculación de Econvive con Vegadeo surgió de casualidad cuando González conoció a José Luis Muñiz, por aquel entonces el presidente del club Baloncesto Vegadeo. Las facilidades recibidas tanto por parte del club como del consistorio veigueño llevaron al colectivo organizador a fijar Vegadeo como sede fija y a convertir en su cuartel general el instituto Elisa y Luis Villamil, un lugar estratégico tanto por la proximidad al polideportivo y el área recreativa del Noveledo, como por la cercanía a las playas y a la ría del Eo, donde realizan actividades complementarias.

Los perfiles de los jóvenes son muy variados, aunque la mayoría son chavales que juegan al baloncesto y que llegan atraídos por la oportunidad de cultivar su afición y ampliar conocimientos. No obstante, González precisa que, aunque el baloncesto es su "actividad principal", se diferencian de otros campus temáticos en que dan "mucha importancia al ocio y el tiempo libre".

Los chavales entrenan dos horas y media al día y se les ofrece la opción de asistir a sesiones de tecnificación que suman otras tres horas. Esta opción, atractiva para los "locos del basket", cuenta con una veintena de inscritos como el ovetense Samuel Franco, que tiene 13 años y practica este deporte desde los 6: "Sirve para mejorar y aprender cosas nuevas". En general, defiende González, el baloncesto les enseña a trabajar en equipo y a ser disciplinados: "Se vuelven más independientes y eso es algo que notan las familias".

Franco, junto a los madrileños Ainhoa Durante y Álvaro Ferrer, son los veteranos del campus, ya que no se han perdido ninguna edición. Vegadeo les espera en 2018.

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