Abandonada, condenada al olvido y sustituida por un simple apeadero. La estación de ferrocarril de San Martín de Luiña vive sus últimos días, aguardando a que se haga efectiva la orden de derribo que pesa sobre ella. Es el fin que su titular, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), ha decretado para este histórico edificio. Los vecinos, que pedían una solución ante el peligro que conlleva su estado actual, se resignan. "Es una lástima", reconocen.

La estación de tren de San Martín de Luiña, perteneciente a la línea de Feve Gijón-Ferrol, se levantó a mediados del siglo pasado siguiendo los proyectos del ingeniero Francisco González Quijano. Aunque comparte estructura con otras cercanas de la misma línea, cada una de ellas tiene diversos elementos que las diferencian, las hacen únicas. De ahí su valor histórico; además, se considera dentro una fase intermedia entre las tendencias arquitectónicas del racionalismo y el regionalismo.

A principios del presente siglo, y ante el mal estado de la estación, se instaló un sencillo apeadero para dar servicio a los viajeros. Desde entonces, el inmueble ha venido sufriendo los signos del abandono. La cubierta está en mal estado, y la estructura también se encuentra afectada. Adif, ante la imposibilidad de rehabilitarla o cederla a otra entidad, se ha decantado por su demolición, que podría concretarse en cualquier momento.

"La mayoría de la gente del pueblo está descontenta. La empresa dejó durante mucho tiempo abandonada la estación, y ahora es un peligro", asegura Sergio Arrojo, alcalde de barrio de San Martín de Luiña. La entidad local ya requirió hace dos años a Feve para que actuase en el edificio, en un sentido o en otro: "Le pedimos una solución a este problema. Hay un riesgo evidente, para cualquier persona que pase a su lado, de que se derrumbe o se caigan cascotes. Y es una zona en la que circulan muchos niños, más ahora en verano", apunta Arrojo.

La decisión de demoler el histórico edificio es vista con resignación por el representante vecinal: "Es una lástima que se pierda un edificio así; podría tener muchos usos", afirma Arrojo.

El Ayuntamiento de Cudillero también escuchó la petición de los vecinos, e instó a la empresa a tomar medidas: "Es un bien patrimonial de Adif, y como tal es la empresa, los técnicos, quienes tomaron la decisión que creen oportuna", explica Ignacio Escribano, regidor de Cudillero, que confirma que se ha solicitado licencia para su demolición.

"Nos hubiera gustado que se mantuviese", lamenta, aunque recuerda que la situación financiera del Consistorio no permite su cesión a manos del Ayuntamiento. Cerca de San Martín de Luiña, en Novellana, la estación de ferrocarril podría tener un final bien distinto: "Hay gente interesada en convertirla en un albergue, y se están haciendo gestiones", dice Escribano.