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MANUEL CRUZ | Filósofo y político catalán, habla hoy en La Caridad

"No se puede apelar al sentido común como una categoría única"

"El diálogo es un ejercicio intelectual de alto riesgo en el que uno corre el riesgo de dejarse convencer por las ideas del otro"

Manuel Cruz. ÁNGEL GONZÁLEZ

El catedrático de Filosofía Contemporánea y político catalán Manuel Cruz llegará hoy a la región para participar en la jornada de clausura de las IV Jornadas de Filosofía del Occidente de Asturias. La cita se inauguró el pasado 20 de julio en La Caridad y también ha elegido la capital franquina para su acto final. La sesión de hoy comenzará a las cinco y media de la mano de Luis Sáez Rueda y se cerrará con la intervención de Cruz.

- Su ponencia se titula "El sentido común como patología invisible". ¿A qué se refiere?

-El título buscaba hacer atractiva la conferencia y anticipar mi reserva respecto a la noción de sentido común, que se está generalizando mucho y merece más crítica.

- Porque no hay un sentido común único, ¿no?

-Cuando sigo los debates parlamentarios constato que portavoces de fuerzas políticas enfrentadas apelan al sentido común, y creo que no puede ser de sentido común una tesis y la contraria. Esa categoría no funciona, porque hace referencia a tópicos, ideas preestablecidas que no se someten a la crítica.

- Entonces ¿cuál es la postura más correcta?

-La tarea del filósofo es desmontar el sentido común amasado de tópicos y creencias tan repetidas que hace que no las pongamos en cuestión. Debemos tener una actitud crítica y no conformarnos, aunque es cierto que en la vida cotidiana usamos elementos que hacen nuestra vida más fluida, ya que si tuviéramos que sospechar de todo no daríamos un paso. Pero una cosa es funcionar con esos criterios desde un punto de vista práctico y otra cosa es que creas que no hay más instancia que el sentido común. No propongo una parálisis para cuestionarlo todo, pero sí que a la hora de defenderlo todo no se pueda apelar al sentido común como categoría única.

- Estas jornadas buscan acercar y enseñar la filosofía a la gente. ¿Qué le parece?

-La filosofía ha de tener una doble dimensión, una académica más seria y otra pública, más mundana. Hay un peligro que tiene la filosofía y es la jerga; es un lenguaje que en ciertos contextos puede ser útil, pero la filosofía no tiene que limitarse a ser solo para especialistas.

- Es el portavoz de Educación del PSOE en el Congreso. ¿Qué opina del retroceso de la filosofía en el currículo?

-La buena noticia es que todas las fuerzas políticas, incluido el PP, están de acuerdo en reintroducirla. La filosofía es importante porque proporciona herramientas para entender y criticar el mundo.

- Como catalán toca preguntarle por el proceso independentista. ¿Qué solución tiene?

-Uno de los problemas es que se confunde diálogo con negociación. Negociar es defender los propios intereses, pero el diálogo es otra cosa, es un ejercicio intelectual de alto riesgo en el que uno ha de correr el riesgo de dejarse convencer por las ideas del otro. En política y en la vida hace falta capacidad de diálogo.

- ¿Aún hay tiempo para ello?

-Siempre lo hay. El 1 de octubre no se acaba el mundo. Ocurra lo que ocurra esto va a continuar, porque aquí no habrá carpetazo o derrota por goleada.

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