Lo bueno que tienen los carnavales de verano es que el frío no es ningún impedimento para dejar volar la imaginación, dar con el disfraz más original y salir a la calle a disfrutar de una agradable velada. Es lo que sucedió ayer en Luarca, en una jornada en la que la Villa Blanca se llenó de mil colores, en la que es ya considerada la cita que inicia los festejos del verano en la localidad.

En su tercera edición, el festival, organizada por el colectivo "Sardina Carnavalera", se consolida como una fiesta querida por valdesanos y visitantes. La creatividad es el único límite en estos atavíos. Como mostró la dicharachera rana Gustavo, encarnada por Chari Santana, acompañada de la cerdita Peggy, en la piel de Claudia García. O el grupo de habaneras que pusieron el sabor americano. O el trabajado disfraz de la Bruja Avería, que parecía recién sacado de un capítulo ochentero de La Bola de Cristal.

"El propósito siempre es hacer un disfraz divertido, colorido, más fresco y más llevadero para esta época del año. Es un carnaval muy divertido, en el que participamos desde la primera edición, y cada año nos gusta más", apuntó Mónica Cano, que participó en la celebración junto a Alba Rodríguez y Alba María Cazón.

Una charanga se encargó de animar la fiesta, haciendo un pequeño recorrido por las calles del centro de la villa. Los participantes en el concurso debieron consumir en varios establecimientos de Luarca, para optar así a los premios que decidirá un jurado profesional. "Es un Carnaval que crece año tras año, y da mucha alegría", dice la organización.