El consejero de Educación, Genaro Alonso, ha explicado a la Alcaldesa en funciones de Castropol, Teresa Dorado, que no hay marcha atrás en el cierre de la escuela de Barres (una de las tres del colegio rural agrupado Tapia-Castropol) para el curso 2017-18. Sin embargo, Alonso dice que es un cierre funcional y que el siguiente curso se reabriría siempre que hubiera un mínimo de cuatro alumnos.
Así se lo trasladó Dorado a los portavoces del PP e IU y las familias afectadas en una reunión celebrada anteayer en el consistorio. Todos califican el encuentro de poco productivo por no haberse registrado ningún avance y se han citado para un segundo encuentro el lunes que viene.
Dorado explica que el gobierno local apuesta por mantener la escuela, pero ante la negativa de Educación se muestra partidaria de trabajar durante el curso para lograr un aumento de matrícula el curso que viene. Para el portavoz popular, Álvaro Queipo, la propuesta de Educación "no tiene nada de novedoso" y teme que aunque comprometan un cierre funcional, termine por convertirse en definitivo. El popular se queja de la actuación del consistorio porque "no lideró el proceso". En términos similares se expresa el portavoz de IU, Juan José Menéndez: "La reunión fue más de lo mismo, salí defraudado totalmente porque no hay voluntad política para mantener la escuela y el equipo de gobierno no tiene postura o plan de trabajo". Las familias también mostraron su decepción al no registrarse ningún avance sobre lo ya anunciado.
