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El estado de la viticultura en el Suroccidente

El vino de Cangas, inmune a las heladas

Los bodegueros esperan una buena cosecha, adelantada, y rezan para que no haya tormentas en agosto

El vino de Cangas, inmune a las heladas

Mientras los viñedos de La Rioja, Bierzo o Ribeira Sacra han quedado arrasados por las heladas de la pasada primavera, lo que mermará su producción, las cepas de la Denominación de Origen Protegido (DOP) Vino de Cangas maduran a buen ritmo y se espera una buena cosecha en Cangas del Narcea, Ibias, Pesoz, Allande, Degaña, Grandas de Salime y Tineo, los concejos que surten de uva a las cinco bodegas certificadas.

"La producción no corre peligro porque la zona con mayor producción no se vio afectada, aunque sí una parte importante en Ibias cuyas viñas fueron recuperadas, pero no los racimos porque la uva ya estaba crecida", explica Beatriz Pérez, presidenta del Consejo Regulador DOP Vino de Cangas.

Las heladas afectaron, sobre todo, a las viñas altas de uva blanca de variedad albarín, lo que supondrá una bajada de alrededor del 20% de la producción, estima Pérez. Las míticas nieblas asturianas fueron las encargadas de proteger los viñedos de las heladas. Además, y por suerte, las plantaciones más afectadas fueron las pequeñas y no las grandes.

Con todo, el resto de hectáreas se salvaron de la quema de las heladas y hay mucha uva. "Llevamos un buen verano y, si no hay tormentas que puedan afectar, tendremos buena cosecha porque los viñedos van muy bien". Y eso que la sequía se nota en las cepas, por lo que este verano ha sido necesario regar, sobre todo, en los viñedos nuevos, puntualiza la presidenta. Unas buenas condiciones que permitirán vender el kilo de uva entre uno y dos euros.

Así es que productores y bodegueros miran al cielo esperando que agosto no traiga consigo descargas importantes con las tormentas que podrían fastidiar el rendimiento de la DOP Vino de Cangas. Una cosecha que se espera adelantada este año, ya que las uvas han comenzado a enverar, cuando normalmente lo hacen a finales de agosto. Es el proceso de maduración de la uva, de verde a negra o de verde a amarilla, en función de la variedad.

Un enverado que adelantará la recogida, que realizan por variedades para mantener todos los parámetros de calidad de cada caldo. Así es que comenzarán la vendimia con el albarín blanco y el verdejo negro para continuar con el albarín tinto y mencía. Por último, el carrasquín. "El hacer la recogida por variedades permite hacer mejores vinos y eso, el mercado y los consumidores, lo valoran mucho", comenta Pérez.

Una vendimia que en los territorios de la DOP Vino de Cangas se realiza de forma manual por la orografía, que impide el acceso de maquinaria garantizando un proceso totalmente artesano. Son terrenos con pendientes de un 30% e, incluso en algunas zonas, alcanzando desniveles del 80%, lo que les ha servido, también por la altitud, para ser reconocidos como Viticultura Heroica o de Alta Montaña por el Centro de Investigación y Valoración de la Viticultura de Montaña (CERVIM).

Así es que los productores de Vino de Cangas esperan una buena vendimia en comparación a otras zonas de España afectadas por las heladas de la pasada primavera. Sol para que las uvas maduren a buen ritmo y poco agua, son las claves para que el ciclo finalice de la mejor forma posible y los caldos comiencen a embotellarse en las bodegas.

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