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El peregrino que creyó en la ruta histórica por Abres

"En el pueblo nadie daba un duro por este proyecto", dice Garrido, que abrió en mayo una casa a donativo en Trabada (Lugo)

Garrido, a la entrada de su casa albergue, en Trabada. T. CASCUDO

El Camino de Santiago se cruzó en la vida del murciano José Manuel Garrido hace cuatro años. La crisis le dejó sin trabajo y vivía un mal momento cuando un amigo le planteó peregrinar a Santiago. Se animó y se enamoró de la comarca del Eo. Cuenta que, señales del destino, se lesionó a la altura de Trabada (Lugo) y allí regresó un año después dispuesto a invertir sus ahorros para convertirse en hospitalero a la antigua usanza y relanzar el paso primitivo del Camino del Norte, que deja Asturias por Vegadeo y entra en Galicia por suelo trabadense.

Cuando Garrido, realizador de audiovisuales de profesión y residente en Madrid, regresó a casa le dieron la noticia de que le devolvían el dinero invertido en una cooperativa inmobiliaria. Fue la excusa perfecta para cambiar de vida y volcarse en el Camino. "Yo hice el Camino del Norte, pero por Ribadeo, y cuando estábamos cruzando el puente de los Santos pensé que aquello era muy bonito pero no podía ser el trazado original, y me puse a investigar", relata. Ahí nació Casa Xica, un proyecto que busca "salvaguardar la esencia del Camino", ya que antiguamente no había albergues y eran los propios vecinos los que abrían sus casas a los peregrinos.

Casa Xica no es un negocio, es su casa desde 2014, y desde mayo de este año la de todos aquellos que la necesiten para hacer un alto en su peregrinaje a Santiago. Ha convertido la antigua cuadra de la vivienda en una sala con capacidad para ocho personas y no cobra más que el donativo que quieran aportar sus huéspedes a este singular proyecto. Tiene una hucha en una pequeña sala de estar y ahí le van dejando aportaciones.

"En el pueblo nadie daba un duro por este proyecto; me decían que era un error, que por aquí no pasaban casi peregrinos y yo les dije que ya los verían", precisa. Dicho y hecho, porque desde mayo ya han pasado más de 130 personas por su casa y los vecinos, tanto del lado asturiano como del gallego del río Eo, no dan crédito al resurgir que está viviendo este histórico trazado.

Para Garrido, el albergue que se proyecta en el vecino concejo de Vegadeo es "fundamental" para relanzar el trazado primitivo. "El albergue de Vegadeo es esencial y crucial para que este camino se ponga en marcha. Estoy convencido de que la ruta va a ir a más", añade este joven, que no ve con malos ojos la competencia, sino al contrario. "También estoy deseando que Trabada abra un albergue público. Más camas es igual a más peregrinos, y es mejor para todos", explica.

A través de un perfil en la red social Facebook, el de Murcia se ha convertido en impulsor y divulgador del Camino del Norte. "Las redes sociales son mi punto fuerte", reconoce. No se cansa de recomendar este trazado al peregrino y explica que las últimas rutas en Asturias siguiendo la senda original del Camino Norte serían La Caridad-Vegadeo (27 kilómetros) y Vegadeo- A Trapa (23 kilómetros), aunque también existe la opción de caminar de Navia a Tol (Castropol) a través de un periplo de 24 kilómetros e ir de Tol a Trabada (35 kilómetros). Desde Trabada la siguiente parada sería Mondoñedo.

Su apuesta de vida se está convirtiendo en un revulsivo para este camino, abandonado durante años y que él defiende como la ruta "más bonita, más natural y que transcurre por menos asfalto". Así lo constatan los peregrinos que llegan a su casa, especialmente extranjeros, y que están encantados con este itinerario hacia Compostela.

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