Un año más, y ya son diecisiete, el sabor a sidra hace la boca agua a los naviegos, deseosos de vivir a lo grande sus fiestas patronales. Música asturiana, buen ambiente y mucha diversión confluyeron en la tarde de ayer en la dársena del muelle, para celebrar un nuevo Festival de la Sidra. "Se trata del comienzo de las celebraciones, todos lo vivimos así. Es una cita más en el calendario de los naviegos", apuntaban ayer los participantes.

La "Banda del Militrón" es la encargada cada año de poner en pie esta fiesta, haciendo homenaje a la bebida asturiana más internacional. En ella, se reparte producto de once llagares de toda la región. "En total tenemos 140 cajas de sidra, a doce botellas cada una. Cada uno que multiplique", dice Jorge García, al frente de la entidad organizadora. Pues salen un total de 1.680 botellas. "Unos cuantos culines", dice García.

Fueron los propios miembros de la "Banda del Militrón" los que sirvieron de forma gratuita la bebida, haciendo frente a la ligera brisa que sopló durante toda la jornada, y que no hizo nada sencilla la labor del escanciado. El visitante solo necesitó adquirir un vaso para degustar la sidra.

Para amenizar el turno de mañana y de tarde de esta fiesta, se contó con varios grupos folk de la región. También participaron las sidrerías de la villa, con el recorrido por ellos de gaiteros y cantantes, entonando las típicas "canciones de chigre".

Al igual que en ediciones anteriores, la fiesta fue todo un éxito de participación. Centenares de personas abarrotaron el muelle, disfrutando de una tarde soleada y con un gran ambiente. Esta "jira urbana", como ya se le considera en la comarca, fue el pistoletazo de salida de la diversión.