La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El tesoro gigante de Luarca

Hasta 40.000 euros han ofrecido por uno de los once grandes calamares, únicos en el mundo y ahora propiedad de todos los valdesanos, que les buscan museo

12

Calamares gigantes de Cepesema cedidos al Ayuntamiento de Valdés

Luarca tiene un tesoro. Gigante. Único en el mundo y rodeado de misterio. No es de oro ni son lujosas joyas. Son once calamares gigantes, los grandes desconocidos de las profundidades marinas, asociados en la literatura de ciencia ficción a los monstruos. Y ahora pertenecen a todos los valdesanos gracias a la donación de la Coordinadora para el Estudio de las Especias Marinas (Cepesma), hasta ahora propietaria de una colección codiciada por museos de prestigio a nivel internacional.

Estos singulares calamares con distintos orígenes han hecho de la capital de Valdés un lugar de visita de científicos de distintas partes del mundo y de curiosos de múltiples procedencias. Hasta 2014 se podían ver en el museo creado especialmente para ellos, pero un temporal se lo llevó por delante, y así hasta hoy. En Valdés buscan un nuevo lugar donde exhibirlos, ahora con más motivo ya que son patrimonio público.

El origen de la exposición se remonta a 1999. Entonces, el fundador de la Coordinadora, Luis Laria, empezó a conservar estos animales que capturaban a veces los arrastreros. En el argot marinero asturiano son los "peludinos", un animal como el calamar comestible pero mucho más grande. En las novelas, fue el famoso "Kraken" de Julio Verne. "Es un animal que para nosotros esconde un misterio, es algo que no se ve normalmente y que, de repente, tienes aquí, en Luarca, a escala real", explica Laria.

La mayor parte de los visitantes de la colección (se exhibe temporalmente en el Parque de la Vida de Valdés) piensa que se trata de maquetas. En la sala donde hoy se conservan los ejemplares hay poca luz y una temperatura controlada. Ambas son condiciones indispensables para su conservación. Muestran tres especies de calamar gigante: "Dosidicus gigas", "Architeuthis dux" y "Taningia danae". Su peso oscila entre los 68 y los 176 kilos. Hay uno que mide diez metros.

Sus orígenes son variopintos. La mayor parte de los ejemplares fueron arrastrados en Carrandi, pero también hay animales donados por distintas instituciones: uno llegó de Perú y otro de la cercana Santoña (Cantabria). "Para muchos es raro observar esto; les lleva al fondo del mar, a algo que sigue siendo misterioso para el humano", abunda Laria, orgulloso de la admirable colección, de valor incalculable.

Como anécdota, Laria cuenta que llegaron a ofrecerle hasta 40.000 euros por una de las piezas. En todo caso, su venta no se considera. El objetivo es que pase a integrar el futuro Museo del Calamar Gigante de Luarca, una instalación para la que todavía se busca ubicación y que será la cuarta casa de los grandes cefalópodos en Luarca. Antes estuvieron el colegio Padre Galo, en el antiguo colegio menor, en una nave de Feve y en el museo del Muelle Nuevo, inaugurado en 2010 y cerrado por destrozos del temporal en febrero de 2014.

La cesión de Cepesma al Ayuntamiento es un gesto para que Luarca siga exhibiendo una colección sin parangón a nivel planetario.

Compartir el artículo

stats