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Los ánades, a sus anchas en el Esva

"Gracias a la fiesta del pato, estos cuatro animales disfrutan de la libertad en su hábitat", dicen los organizadores del polémico festejo de Cueva (Valdés)

Los cuatro ánades azulones, en una de las orillas del río Esva. REPRODUCCIÓN A. M. SERRANO

Los cuatro ánades azulones o reales que se liberaron en la fiesta de la suelta del pato de Cueva (Valdés) el pasado 3 de septiembre han encontrado su hogar en el río Esva. La organización de los festejos, que utilizaba tres patos como señuelo en un juego acuático, está muy satisfecha con su apuesta de este año. El Principado no autorizó el uso de animales como parte del espectáculo y los organizadores decidieron dar una vuelta a la fiesta. "El pato no se quedó sin homenaje", dice el portavoz, José Manuel Peláez.

Peláez asegura que, gracias a este festejo, ahora los cuatro ánades azulones liberados "disfrutan de la libertad en su hábitat". La comisión de fiestas sigue creyendo que el festejo no maltrata a los patos y "sólo ensalza lo rural y muestra el vínculo del ser humano y el animal".

En contra tienen a los colectivos de protección animal, que creen que los patos se estresan y participan en un espectáculo que nada tiene que ver con su naturaleza. Precisamente, una denuncia y las amenazas de acciones legales fueron las que hicieron que el Principado, por primera vez en la historia de la fiesta, no autorizara este año el juego. Los organizadores no soltaron a los patos para que un grupo de personas tratara de darle alcance nadando, pero sí hicieron su particular suelta: liberaron cuatro ánades procedentes del núcleo zoológico El Bosque de Oviedo, con la autorización del Gobierno regional. La comisión aún no sabe cómo se enfocará la fiesta en 2018.

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