Los vecinos de la localidad de Armental (Navia) aseguran sentirse "alarmados" e "indignados" ante la revelación de que en la planta de biogás que se ubica en esta localidad se tratarán residuos orgánicos no peligrosos, además del purín del ganado. Consideran que se trata de algo "que se veía venir" y piden que se extremen los controles sobre la planta, "velando por la salud de los vecinos y evitando que los malos olores sean constantes".

El pasado jueves, el "Boletín Oficial del Principado de Asturias" (BOPA) incluía el anuncio de una modificación en la instalación, mediante la cual se permitía el uso de otros residuos orgánicos diferentes el purín como materia prima para generar energía. Se trata de elementos como gallinaza, lodos de industrias lácteas, lactosuero, productos retirados de industrias lácteas, bagazo de manzana, residuos de corteza y madera, y lodos de tratamiento de aguas residuales industriales.

Los vecinos de Armental dicen sentirse engañados por los responsables de la instalación, que informaron de que sólo se trataría el purín de las ganaderías de la comarca. También, dicen los vecinos, "ofrecieron trabajo a los habitantes del entorno y a las empresas de la zona".

"Nada más lejos de la realidad. Ni un puesto de trabajo, ni una empresa suministradora del entorno. Nos llenarán de malos olores, de más tránsito de vehículos pesados y sin recibir un buen gesto a cambio", afirman, centrando sus críticas también en la Administración, "que no debía haber permitido construir allí esta aberración".

La firma promotora, Biogastur, asegura que la instalación cumple con todas las medidas de protección del medio ambiente, se trata de una central hermética y que las materias tratadas son material orgánico no contaminante. "El 85 por ciento de lo que utilizaremos es purín. El resto son elementos necesarios para el proceso. Se han incluido como un trámite administrativo necesario", explica Marcos Quevedo, que apunta que la planta ya ha comenzado el periodo de pruebas.