Poco ganado y menos ventas. Estas dos características señalaron ayer ganaderos y tratantes para definir la que era considerada por muchos una de las mejores ferias de Cangas del Narcea, la de San Mateo. Aunque el trato no fue favorable, el ambiente de feria reinó durante toda la mañana en el recinto de La Imera. Desde primera hora, el ir y venir de visitantes fue constante y se complicaba aparcar en el entorno de las instalaciones.

El alcalde, José Víctor Rodríguez, destacó que, si bien la feria se quedaba solo cerca del centenar de reses de vacuno, "sabemos que la carne que se produce en Cangas se vende, los ganaderos tienen sus propios distribuidores, y ese es uno de los motivos de que estas ferias ya no tengan tanta asistencia".

Los ganaderos de Cangas del Narcea no son los únicos que se acercan a vender o comprar a la Feria de San Mateo, ganaderías y tratantes de los concejos de Tineo, Valdés, Belmonte de Miranda y Grado también asistieron a esta cita anual.