La familia del Riego y Tineo recogió ayer el galardón "Lar Vial" de Tuña y se despidió de forma oficial del ara romana encontrada en su antigua casa de la localidad tinetense, que desde 1983 guardaron de forma personal a la espera de cederla al Ayuntamiento para su exposición en la Casa de Cultura, donde puede verse desde ayer.

José del Riego, portavoz de la familia, fue el encargado de recoger el galardón que otorgan la asociación cultural de Tuña, la de mujeres "Cuarto de la Riera" y el restaurante Pipo desde hace 13 años. Confesó que para la familia, con raíces en Tuña desde el siglo XV, "es una satisfacción rebicir este honor del que nos sentimos tremendamente orgullosos". Aunque las últimas generaciones de la familia ya no residieron en Tuña, José del Riego aseguró que la vinculación con las raíces siempre fue fuerte y señaló que el galardón "nos vincula más aún a esta tierra y nos compromete a mantener esa unión".

El acto fue muy emotivo. José del Riego lamentó que su padre, Jesús del Riego, fallecido el pasado mes de marzo, no hubiese podido estar presente. Él fue el encargado de custodiar durante 34 años el ara romana y sus hijos recuerdan que siempre tuvo claro que ese hallazgo no podía estar en manos de un particular y debía regresar a Tuña. De hecho, fue Jesús del Riego quien inició los trámites de cesión del ara al Ayuntamiento y sus hijos los que los finalizaron tras su muerte.

En su memoria, el salón de actos de la Casa de Cultura ha sido bautizado con su nombre, y su viuda, Pilar García-Argüelles, junto con el alcalde, José Ramón Feito, descubrió una placa a la entrada. Además, se entregó una replica del ara en forma de pin al actual dueño de la casa de la familia del Riego y quien encontró la piedra, Francisco Fernández.

El inicio del acto también fue el momento de descubrir el lar vial real, datado en el siglo II, expuesto por primera vez y que permanecerá de forma definitiva en Tuña. El presidente de la asociación cultural, José Manuel Bouzas, echó la vista atrás para recordar que este tipo de piezas estaban colocadas en las vías más importantes y recalcó que "por supuesto, esto era una vía con importancia". Cree que pudo estar colocada entre las parroquias de Tuña y Merillés, en el lugar que después ocupó una capilla dedicada a San Roque.