La dirección, los maestros y las familias del aula de Abres, perteneciente al colegio rural agrupado (CRA) Ría del Eo, no salen de su asombro, después de que la escuela fuera asaltada la semana pasada, por uno o varios individuos aún sin identificar, con el fin de sustraer material informático. El robo, que se produjo en la noche del 20 al 21 de septiembre, ha dejado el aula sin ordenadores para el normal desarrollo de las lecciones. El valor del material sustraído es de unos 2.500 euros. La Guardia Civil se encuentra realizando las investigaciones oportunas, después de que los responsables del colegio hayan interpuesto la correspondiente denuncia.
Los hechos acaecieron entre las ocho de la tarde del miércoles 20 de septiembre y las ocho de la mañana del día siguiente. Los asaltantes actuaron al amparo de la oscuridad de la noche. Uno o varios individuos accedieron al edificio rompiendo el doble cristal de la ventana del vestíbulo. Una vez allí, entraron en una de las aulas retirando el cristal de la puerta de acceso. "Debían tener miedo a cortarse, y por eso actuaron de esta forma", apunta el director del CRA, Francisco Rivas.
Ya en el aula, el autor o autores del robo procedieron a rebuscar los objetos de valor y fáciles de transportar, que después se llevaron. El botín constó de dos ordenadores de sobremesa, con sus correspondientes pantallas, un ordenador portátil y su maletín, dos altavoces, una impresora y una tableta electrónica, utilizada por los maestros en su labor docente.
"Por los indicios que tenemos, sabemos que no son profesionales. Hubo otro material que no se llevaron y, además, se dejaron dos ratones en su huída", apunta el director del colegio, que explica que la Policía Judicial de la Guardia Civil ya ha estado analizando el lugar del delito para proceder a la recogida de huellas.
Francisco Rivas cuantifica el valor del material sustraído en unos 2.490 euros. Además, señala que los daños provocados en el edificio ascienden a unos 550 euros. "Ya hemos puesto la denuncia, y ahora tenemos que dejarles trabajar", dice el director sobre el papel de la Guardia Civil.
Una vez superado el susto inicial, Rivas reflexiona sobre la condición de los supuestos ladrones: "Está mal robar en cualquier lugar; pero hacerlo a unos niños, quitándoles su material de estudio y de aprendizaje, no tiene nombre. Esto da una idea del tipo de persona o personas de las que estamos hablando", lamenta el director.
En cuanto al normal desarrollo de las clases, Francisco Rivas explica que ya se han tomado las medidas oportunas para que este contratiempo afecte lo menos posible a la labor docente. Así, se ha llevado material del otro aula del colegio, ubicada en Piantón, al centro de Abres. También se han solicitado dos ordenadores de sobremesa para poder proceder con normalidad al trabajo del día a día. El resto del material se irá reponiendo en la medida de las posibilidades, y a la espera de que aparezca lo robado.
