Lo que ha pasado este verano con el lobo en la zona alta de Villayón "no es normal". Es más, la situación se ha agravado de tal manera que los ganaderos de la zona ya hablan de "una continua sucesión de ataques" a sus animales por parte del cánido salvaje, y piden que se tomen medidas urgentes para paliar la situación.
Un ejemplo de esta situación es Manuel Queipo, que posee una ganadería con más de un centenar de cabezas de vacuno y equino en Busmayor, cerca del límite con el concejo de Allande. Es uno de los pocos que mantiene el ganado suelto, aunque lo sucedido en los últimos meses le ha obligado a replantearse su explotación.
"Llevamos desde la primavera sufriendo ataques de forma continuada. Y en los últimos dos meses se han intensificados. Yo perdí más de veinte animales", lamenta Queipo, que dice no recordar una situación similar: "Lobos, siempre hubo, pero igual perdías un animal cada mes, y en la zona alta. Ahora no hay semana que no ataquen, y les da igual acercarse al pueblo, a las viviendas", explica este vecino.
El ganadero incide en que, además del perjuicio de la propia pérdida de animales, sufre otros daños en su único modo de ganarse la vida: "Supone que hay que estar pendiente en todo momento, alerta, cambiando y moviendo a los animales, reguardándolos, y en ningún lugar están seguros al cien por ciento". Manuel Queipo critica, además, el sistema de compensación de daños, ya que "no se valora el ganado por lo que realmente vale", y considera que el ganadero "debe vivir con lo que trabaja, defendiendo lo suyo, y no de estas limosnas, que además siempre llegan tarde". Concluye pidiendo "medidas urgentes" para paliar la situación.
En la zona también se ha dejado sentir la presencia de lobos en pueblos como Argolellas. Se ha tramitado una solicitud para que autoricen una cacería en este punto del concejo de Villayón.
