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Barcia apoya rebajar el IBI de los hórreos y darles un uso menos restrictivo

La parroquia con más graneros tradicionales de Asturias apuesta por adoptar nuevas medidas para garantizar su supervivencia

Barcia tiene 75 hórreos y 15 paneras, presume de ser el pueblo con más graneros tradicionales de Asturias y no quiere que este patrimonio acabe perdiéndose. Por estas razones, la localidad acogió ayer una jornada técnica sobre el futuro de los hórreos, a la que acudieron presidentes de las parroquias rurales y especialistas en la materia.

Todos se mostraron de acuerdo en rebajar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para evitar que estas construcciones asturianas no supongan un lastre económico para las familias.

Ignacio Arias, letrado de la Junta General del Principado y miembro de la comisión de etnografía, cree que los ayuntamientos podrían bonificar este impuesto estatal. "Si tienes una panera, no le das utilidad y te cuesta 70 euros al año, tal vez dejes de cuidarla y te importe poco que se venga abajo", indicó.

En Asturias, estos elementos patrimoniales están protegidos, pero Arias cree que hay que dar un paso más. "Sería interesante dejar de recaudar tanto por estas construcciones y poder darles otros usos", señaló. El letrado se preguntó durante las jornadas por qué no es posible que un hórreo acabe siendo la biblioteca de la vivienda familiar. "Estas posibilidades deben estudiarse para que estas construcciones típicas de Asturias tengan futuro. Hoy en día, en pocos pueblos se utilizan como mero granero y si la normativa es estricta y no se ayuda económicamente al propietario, tal vez se cuiden menos", opinó. Arias no se mostró partidario de hacer viviendas de los hórreos y paneras porque este supuesto "desvirtuaría las construcciones", que hoy por hoy sólo pueden ser utilizadas como graneros o como despensas.

El abogado señaló que en la defensa de estas construcciones patrimoniales juegan un papel fundamental las parroquias rurales, "entidades nacidas en el campo y que representan fielmente sus intereses y abanderan, en concreto, esta guerra".

Hasta hace cuatro años, los hórreos no se gravaban. La tendencia actual es cobrar el IBI por estas construcciones. El impuesto es estatal, pero son los ayuntamientos los que se encargan de recaudarlo. La ley de Administración Local permitiría aplicar bonificaciones.

Durante las jornadas sobre derecho consuetudinario asturiano los asistentes también analizaron la futura certificación forestal de los montes comunales. A través estas marcas de calidad, la madera de los monte de las parroquias rurales, que suponen una parte importante de sus ingresos, ganaría valor en el mercado.

El presidente de la Federación de Parroquias Rurales del Principado de Asturias (Fapar), Andrés Rojo, apoyó la propuesta de rebajar el IBI y también un cambio para que la certificación de la madera sea una realidad a corto plazo. "El campo asturiano tiene mucho potencial, pero hay que cambiar algunas cosas", subrayó Rojo. Con respecto a los hórreos, el presidente de Fapar dijo que no se puede cambiar un impuesto estatal, "pero los ayuntamientos tienen en su mano ayudar un poco a los propietarios".

Las conclusiones de la jornadas se harán públicas a través de al Federación de Parroquias Rurales de Asturias. El informe no es vinculante para las administraciones, pero las parroquias podrán hacer uso de él para informarse y reclamar a sus respectivos ayuntamientos cambios en la recaudación o la normativa local.

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