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Correos en Soto de Luiña es una ruina

UGT denuncia el pésimo estado de la unidad de reparto: con goteras, sin calefacción, con mobiliario obsoleto y con una imagen insalubre

Un lavabo en el despacho, cerca de las filtraciones y grietas, y, a la derecha, el radiador propiedad de la empleada que calienta la sede en días de frío, junto a un armario del antiguo centro de salud. A. M. SERRANO

La oficina de Correos de Soto de Luiña se viene abajo. La Federación de Empleados de los Servicios Públicos del sindicato UGT ha denunciado públicamente la situación de esta unidad de reparto donde trabaja una funcionaria de Correos con dedicación a las localidades de Soto de Luiña y Oviñana. La central decidió hacer público el caso porque la empresa no ofrece soluciones. "Todo son buenas palabras, pero la solución no llega", señalan fuentes cercanas al sindicato. En los últimos cuatro años, sólo se puso más potencia de energía para poder encender un radiador. "Hemos visto a la compañera quemando cartones con el fin de calentar las manos", indican.

El mobiliario del que dispone la citada oficina procede del antiguo consultorio médico y de la renovada sede de Correos de Pravia. Está obsoleto y oxidado en su mayor parte. La pintura de las paredes tampoco ofrece buena imagen. "Nunca se pintó", dice la trabajadora que abre la oficina todos los días laborables y que recuerda que la denuncia parte de UGT.

"Esta situación es propia de un país más que tercermundista", añade el sindicato, que lamenta que las filtraciones de esta unidad de distribución de Cudillero exijan la colocación de recipientes para recoger el agua. UGT advierte, además, de que existe peligro para el personal que trabaja en el despacho e, incluso, para los clientes. "Los puntos de luz no se pueden encender porque saltan los automáticos cuando cae sobre ellos el agua", subrayan. Responsables de Correos y de la empresa contratada para el mantenimiento del local han denunciado varias veces la situación, pero las peticiones no calan en la dirección de esta empresa pública. "Desde 2013 se viene reiterando, tanto verbalmente como por escrito, el mal estado de estas dependencias y las graves deficiencias que tiene", explica el sindicato. La empleada de la oficina sí ha recibido varias visitas de jefes de Correos y de la empresa encargada del mantenimiento del local, por lo que UGT concluye que la situación es conocida por los responsables.

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