El hospital de Jarrio es un referente en el parto natural y aspira a seguir trabajando por mejorar la atención a las madres. El jefe de Ginecología del centro, Ángel López, desveló ayer que en un futuro habrá dos espacios en los que será posible vivir la fase de dilatación, la (en su caso) inyección de la epidural y el alumbramiento. Esto evitará que la mujer tenga que desplazase de una habitación a otra. El hospital también ha puesto en marcha este año el acompañamiento en las cesáreas programadas. Las mujeres pueden estar con su pareja durante la intervención. En 2017, en Jarrio han vivido esta experiencia seis madres. Los profesionales también intentan que la cesárea no impida el contacto bebé-madre en los primeros minutos de vida.