"En la lactancia materna todas las mujeres piensan que lo hacen mal". Lo dijo ayer en el hospital comarcal de Jarrio el médico pediatra especialista en neonatología Adolfo Gómez, quien justificó esta realidad en la ausencia de referentes. "Durante una época se abandonó la lactancia natural y hoy en día las madres actuales no suelen contar con las experiencias y el apoyo que tenían antes", indicó el pediatra en las jornadas que acogió ayer el centro sanitario del Noroccidente para celebrar la Semana Mundial de la Lactancia Materna.

La ginecóloga Rosario Quintana, referente nacional e internacional en lactancia materna, añadió que hoy en día las mujeres se pliegan a lo que dicen los profesionales de un modo acrítico. En este sentido, han perdido poder y también seguridad. "La falta de emponderamiento de la mujer está detrás de esta situación", opinó Quintana.

La evidencia científica constató hace tiempo que la leche materna es el mejor alimento para un recién nacido. Los profesionales intentan transmitir este mensaje a las futuras madres, pero cada parturienta es libre de elegir el camino: lactancia natural o la artificial. En las jornadas de ayer, los profesionales de Jarrio atendieron las explicaciones de los expertos, que desmontaron algunos mitos que rodean a la maternidad, a la lactancia y a la crianza.

Según Adolfo Gómez, el recién nacido reconoce a su madre por el olor del calostro (primera leche materna tras dar a luz). Los experimentos han ofrecido señales claras de que los bebés quieren estar cerca del que sería su alimento natural: prefiere el olor del calostro al olor del líquido amniótico. En esta aventura por favorecer la lactancia natural, Gómez destacó la importancia de atender a la madre. Se debe preguntar cómo se encuentra y qué tal ha ido el parto. Además, cuando la mujer piensa que no tiene leche o que su leche no alimenta al bebé porque este no coge peso, la opinión y ayuda del médico cuenta mucho.

Mensajes positivos

Es importante ver cómo se hace al menos una toma para comprobar la duración y la posición del recién nacido, pero también "hay que contar a la madre qué está haciendo bien". El doctor se detuvo en estos mensajes positivos que muchas veces faltan y también en el tiempo que se dedica a la parturienta. "Yo tengo fama por ser lento en los reconocimientos, pero me quedo tranquilo", dijo.

En las jornadas se ahondó más sobre la conducta del bebé. Ellos también reconocen a la madre por la cara y por la voz y son capaces de sentir cómo se siente a través de su mirada. Además, si un bebé llora "no está engañando a nadie", dijo Gómez. Genéticamente, el ser humano está preparado para reclamar a su madre, que vincula con su supervivencia. "Si la madre lo deja en la cuna solo siente miedo, por eso llora", añadió el experto en neonatología, quien invitó a atender todas las llamadas de los recién nacidos. "Si se tiene en brazos y es un bebé que reclama mucha atención, su carácter si irá atemperando", indicó.

Durante las jornadas, se presentó las nuevas guías de práctica clínica sobre la lactancia materna para profesionales y para las madres que amamantan de la mano de la ginecóloga Rosario Quintana.