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"El avispón asiático es un problema grave que no se toma en serio", advierten en Barayo

Vecinos y visitantes localizan cuatro nidos del insecto invasor en el entorno de la reserva natural parcial de Navia y Valdés

Participantes en la batida observando uno de los nidos localizados. G. GARCÍA

La cruzada contra el avispón asiático en el occidente de Asturias llega a todos los niveles: ayuntamientos, asociaciones de profesionales y, ahora, colectivos vecinales luchan codo con codo para frenar el avance de esta especie invasora. La última batalla se libró ayer, en la zona de Barayo, entre Navia y Valdés. La asociación "Amigos de Barayo" detectó la presencia de cuatro nidos de "Vespa velutina" en este espacio, declarado reserva natural parcial. Una treintena de personas participó en la localización de los nidos, de los que se informará al 112 para que proceda a su retirada. "No nos estamos tomando esto lo suficientemente en serio", alertan los vecinos.

La iniciativa surgió de este grupo de lugareños, tras detectar un nido en un árbol, cerca del río. Ante la gravedad de la situación, decidieron tomar cartas en el asunto y organizar este rastreo. "Consideramos que este problema es más serio de lo que nos lo estamos tomando. Las abejas son el motor del ecosistema y la presencia del avispón se comenzará a notar en todo: la agricultura, la ganadería, los frutales...", explica Ricar López, presidente del colectivo. "Pronto veremos cómo escasean los forrajes o cómo se frena la polinización; esto nos afecta a todos de una forma u otra", recalca.

Fueron muchos los voluntarios que se sumaron a la causa, aprovechando el día soleado y su condición de festivo. También familias enteras participaron en el rastreo, echando mano de prismáticos para localizar los nidos. Junto al primero, que ya estaba bien ubicado, apareció un segundo nido, a pocos metros. "Mirad cómo entran y salen", decían los participantes. Acto seguido, los nidos se marcaban con una flecha en el suelo, para informar luego de su ubicación a los responsables de la administración autonómica.

Una de las voluntarias, Naya Larré, de Puerto de Vega, no dudó un momento cuando le propusieron sumarse a la actividad. "Estos avispones nos están acabando con las abejas, y ya sabemos que sin las abejas no somos nada. Por eso venimos a echar una mano a la asociación, que siempre trabaja desinteresadamente para mantener la reserva de Barayo", señala esta vecina, que dice que "ya corrió la voz de la presencia de la avispa, y hay que vigilarla".

No en vano, los ataques de la "Vespa velutina" ya se han dejado notar en esta zona fronteriza entre Valdés y Navia. Varios vecinos han perdido muchas de sus colmenas este año, y una pomarada ha resultado gravemente afectada, "con gran parte de la fruta mordida por este insecto". La asociación "Amigos de Barayo" está preocupada por el efecto que esta especie pueda tener en un espacio singular en biodiversidad como Barayo, tanto para la fauna como para la flora.

La situación es comprometida: "Se ve que la 'velutina' encontró este sitio, y está muy asentada porque tiene alimento y agua, tiene de todo. Sales a caminar y las ves por todos lados, por los ríos, los prados. Es más, creo que la avispa de aquí, la autóctona, desapareció", apunta Ricar López, que anima a otros colectivos a sumarse a este tipo de iniciativas: "Se tendrán que hacer batidas de este tipo todos los años para detectarlas, y frenar su avance", añade.

Navia es, como todo el litoral occidental asturiano, territorio en el que el avispón está totalmente asentado, en su avance desde el extremo occidental de Asturias hacia el centro de la región. Así lo certifican las cifras: "Este año ya llevamos retirados una docena de nidos, más los que estén sin descubrir", subraya Marino Fernández, concejal de Seguridad Ciudadana, que también participó en el rastreo de ayer.

La lista es larga: "Desde primavera, con los nidos primarios, hemos retirado nidos en la playa de Navia, en Anleo, en Piñera, en Villapedre, y los de ahora en Barayo. Vemos que está aumentando de manera alarmante, y que daña a las abejas y a los frutales", apunta el edil.

Fernández indica los pasos a seguir si se encuentra uno de estos nidos, que suelen ser circulares y están a gran altura, en la copa de los árboles: "Nunca se deben atacar o intentar quitarlos: hay que dar aviso al 112, que acuda y lo localice, para dar parte y que vengan a eliminarlos".

Una vez que se inyecta el veneno, se deja actuar unos días. Se marca entonces el árbol afectado con una cruz. "Hay que fijarse, porque mucha gente avisa de nidos que ya están tratados", aconseja Fernández.

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