El gobierno de Valdés modificará la ordenanza reguladora de la plaza de abastos de Luarca para que los adjudicatarios tengan más libertad de uso en los puestos que saldrán a concurso.

Los once bajos comerciales se destinarán a la venta de productos, pero los empresarios podrán elegir la actividad sin condicionantes de ningún tipo. Ya no habrá reservas de puesto para pescaderías o fruterías en función de las características del local. Además, también se regulará el periodo de explotación. El gobierno introducirá otra modificación en la norma que regía el uso de estos locales para que el plazo mínimo de explotación pase a ser de un año y el máximo, de 15.

El ejecutivo local trabaja en la reapertura de la plaza de abastos desde hace tres años. Primero hizo una reforma y después tramitó, no sin complicaciones técnicas, la ordenanza reguladora del uso de los puestos.

El PP se quejó ayer de la falta de ideas para poner en marcha "cuanto antes" estas instalaciones. "Es algo que tenemos y a lo que no le damos uso", dijo el portavoz, Carlos Adaucto Iglesias, quien reclamó al gobierno "más trabajo" para promocionar la céntrica plaza, cerrada desde el año 2013.

Iglesias propuso dar más publicidad al espacio organizando mercados dedicados al sector primario y con empresarios del campo del concejo y jornadas de puertas abiertas durante la feria de Santa Catalina. "Es lo mínimo que pueden hacer", dijo.

De momento, hay dos empresarios interesados en hacerse cargo de sendos puestos de la plaza.