"De lo poco que me estoy dando cuenta en la lucha contra la 'Vespa velutina' es la necesidad de compartir información para frenar su avance". Así lo afirma Jesús Noriega, apicultor, presidente del Aula de la Miel de los Picos de Europa y de Promiel, la asociación de profesionales del sector apícola en Asturias. Noriega participó ayer en Boal en una de las ponencias dentro del fin de semana de la Feria de la Miel, donde afirmó que "erradicar el avispón asiático será imposible, pero nosotros hemos logrado, al menos, frenar su avance".

Noriega es responsable de un programa piloto desarrollado en las dos Peñamelleras, en el oriente de la región, basado en un trampeo de primavera "profesionalizado y sistematizado, que se puede estandarizar". Esta experiencia, que toma aspectos de la lucha contra la especie invasora en Galicia, el País Vasco o Francia, se realizó en colaboración con otros apicultores y dueños de frutales, y el resultado es "muy satisfactorio".

El sistema se presentará en Llanes en el mes de noviembre con todos los detalles, y podría llegar al occidente asturiano para el próximo año. "No solamente tiene ese carácter extrapolable, sino que es una necesidad que así sea, por el futuro de la apicultura en la región", apunta Noriega.

La clave de toda la operación es que se trata de una operación "ordenada" y "sistemática". "No se trata de que alguien decida que va a poner trampas en sus colmenares; sino que existe un método por el cual se ordenan esas trampas, se obtienen datos, se comprueba cuáles funcionan y cuáles no, o dónde hay que hacer más incidencia", apunta Noriega.