Madrugador donde los haya, Francisco Tomás Medina esboza a lápiz sobre el lienzo blanco las líneas maestras de su composición. Son las nueve y media de la mañana, y este artista salmantino trabaja sin descanso en su obra, resguardado bajo un hórreo en el centro de Villanueva de Oscos. "Este valle es precioso, aquí se respira naturaleza", asegura. Medina es uno de los participantes en el certamen de pintura rápida de los Oscos, que este sábado llenó de caballetes, pinceles y paletas la comarca.

Medio centenar de aficionados o profesionales de la pintura tomaron parte en el certamen, que este año, como novedad, tiene continuación: hoy se repite el formato en Vegadeo. Esta unión favorece la llegada hasta la zona de amantes del arte de Galicia, Cantabria o el País Vasco, pero también de Castilla y León, Madrid o Valencia. "Estamos muy satisfechos de esta unión, favorece la llegada de más participantes y con un nivel mayor. Debemos seguir trabajando en esta línea", afirma el alcalde de Villanueva de Oscos, José Antonio González. Muchos de los pintores se apostaron en Villanueva de Oscos y su entorno para inspirar su creación. El monasterio de Santa María, como principal referente, se vio salpicado aquí y allá por afanados trabajadores del óleo, el carboncillo o los acrílicos.

Francisco Tomás Medina se centra en retratar el balcón de un edificio cercano al cenobio. "He visto este detalle, y voy a tratar de representarlo", dice.

Por su parte, el leonés Juan Ramón participa por primera vez: "No conocía este lugar, me parece muy bonito; de paso que lo conozco veo a los amigos y pinto. El paisaje es fantástico, con construcciones típicas, que es con lo que me gusta trabajar", apunta.