"Cudillero tiene un poso social y cultural que pocas villas marineras atesoran; posee una autenticidad que es un valor que no se debe perder, y que se sabe comunicar de forma admirable". Con estas palabras elogió ayer el periodista asturiano Diego Carcedo al pueblo pixueto, durante la lectura del trigésimo quinto cuaderno literario "Escritores en Cudillero". La ceremonia supo aunar las letras más veteranas, con la presencia y el reconocimiento a Carcedo y al también periodista Lorenzo Cordero, con la nueva savia, premiando el relato de la joven Valeria Montes. El mar, las tormentas, el paisaje "de leyenda" del anfiteatro pixueto, los pescadores y el orbayu completaron el paisaje de una jornada orquestada con maestría por Amigos de Cudillero, colectivo del que se destacó su cuarto de siglo de trabajo.

Diego Carcedo tomó, de esta manera, el relevo de Inés Ballester, encargada de leer el pasado cuaderno literario. "No sé si voy a leer lo que tengo escrito o voy a improvisar", advirtió antes de tomar la palabra. Finalmente, hizo un poco de todo en esta Fiesta Literaria de la Mar.

El veterano periodista, que desarrolló una dilatada carrera en RTVE y sigue ligado al mundo de la información, ahora como presidente de honor de la Asociación de Periodistas Europeos, comenzó evocando su primera visita a Cudillero, con objeto de realizar un reportaje para LA NUEVA ESPAÑA: "Nos embarcamos con unos pescadores, y yo, que soy de tierra, agarré un mareo verdaderamente histórico que nunca he conseguido olvidar". Al volver a tierra no pudo escribir ese reportaje.

También recordó otra visita, esta vez nocturna y por placer, a un Cudillero solitario y tranquilo. "Caminé una hora bajo el orbayu, una de las cosas maravillosas que tenemos en Asturias y que muchos no saben apreciar", apuntó. Diego Carcedo no quiso terminar sin elogiar el trabajo de Amigos de Cudillero, que "preserva la cultura de aquí, y trabaja con ilusión para mantener viva su imagen". Sobre la profesión del periodista, y en lo relativo a los avances técnicos, argumentó que "ahora hay más facilidades, pero también más exigencias para llevar a cabo un buen trabajo".

Del mismo gremio, periodista, es Lorenzo Cordero, reconocido por Amigos de Cudillero con su insignia de oro por el trabajo desarrollado en "La Voz de Asturias" durante los años setenta. "Realizó una defensa de l'Amuravela y de los intereses sociales de los pixuetos, en la conocida como 'guerra de las volantas' y reclamando un puerto adecuado", apuntó el presidente del colectivo, Juan Luis Álvarez del Busto, que reconoció que "Cudillero está en deuda con este paisano".

Cordero, visiblemente emocionado, agradeció el detalle: "Esto me presta enormemente, me vuelve a llevar a aquellos años, cuando era más joven y no andaba con bastón. Es un elogio que recibo con mucha gratitud", apuntó. Recordó, igualmente, que lo que recuerda de sus visitas a la zona es "la espectacular y atractiva urbanización en vertical de Cudillero y el afable trato de sus gentes", en un paisaje "mezcla de historia y leyenda" que lo cautivó desde el primer día.

El mar embravecido, un faro y su farero, una tormenta, un misterioso silbido y una barca a la deriva. Con esos elementos construyó Valeria Montes, de dieciséis años y estudiante en el instituto "Río Nora" de Pola de Siero, el relato corto que le sirvió para hacerse con el premio "Cudillero, el pescador y la mar". "No me esperaba ganar, me sorprendió mucho", reconoció la joven, a la que le gustaría seguir escribiendo, pero como afición. "Quiero ser profesora de matemáticas", aseguró con firmeza. Los 250 invitados al evento escucharon su relato y admiraron su buen hacer.