La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mala perspectiva en Barcia

"En su día no quisimos un campo de golf, ¿ahora queremos una cantera?", se preguntan quienes se oponen a la explotación prevista en el pueblo

María del Carmen González señala la zona donde se vería la cantera desde su casa de Barcia. A. M. S.

El yacimiento de arcillas y arenas que la empresa Minerales Industriales del Cantábrico S. L. pretende explotar en Barcia (Valdés) preocupa a los vecinos. El proyecto todavía no es definitivo, pero la parroquia rural de Barcia y Leiján, propietaria de los terrenos, llegó en su día a lo que vecinos llaman un "preacuerdo" con la minera. LA NUEVA ESPAÑA se desplazó a Barcia para conocer la opinión de los potenciales afectados.

El barrio El Monte es el más cercano a la futura explotación. Allí la opinión de los consultados es unánime. "Da igual a quién se pregunte, todos contestan lo mismo", dice convencida María del Carmen González. La mujer tiene una casa en Barcia. Desde el alto de su vivienda se podría ver la futura explotación. Precisamente la cercanía al potencial yacimiento es que lo hace que esta vecina rechace la mina.

Según el Plan General de Ordenación Urbana de Valdés, no es posible levantar una industria de este tipo a menos de 1.000 metros de la primera casa. "Es evidente que el barrio está muy cerca y que esta premisa no se cumple", añade la mujer. "Lo que no se puede permitir es que nueve personas (por la directiva de la parroquia de Barcia) decidan el futuro de Barcia, lo tendremos que decidir entre todos. En su día, no quisimos un campo de golf, ¿ahora sí queremos una cantera?" se pregunta.

Aurora Álvarez vive en Oviedo, pero tiene casa familiar en Barcia. No conoce bien el proyecto. No ha tenido acceso a la propuesta empresarial y, al tener residencia habitual en Oviedo, "no estoy tan enterada como el resto". "Eso sí, yo voy con mis vecinos y con la mayoría; si no quieren mina, yo también votaré en contra de la mina", asegura.

José Antonio Rodríguez es uno los vecinos que más frente ha hecho a la futura mina. El sector que rechaza la cantera siempre quiere que este hombre dé su opinión. ¿El motivo? Su casa se encuentra cerca de los terrenos donde se proyecta el desarrollo minero. "Yo creo que estoy a menos de 150 metros, soy la primera casa", subraya. Rodríguez se pregunta por qué no se tiene en cuenta el criterio técnico y por qué se debate "si mina sí o mina no, cuando nuestro planeamiento urbano es categórico y no permite este desarrollo".

Los vecinos vuelven a destacar los famosos 1.000 metros de distancia, como mínimo, entre un desarrollo minero y la primera casa. "Además, si lo que quieren es crear empleo, podían plantearnos hacer un hospital o un polideportivo, por ejemplo", añade. "Por nueve puestos de trabajo no podemos condenar a Barcia, decidir un futuro de contaminación", recalca. La empresa mantiene que creará nueve empleos directos y 36 indirectos.

Consuelo López también tendría como paisaje de su balcón la explotación. "Desde luego que esta cantera lo cambiaría todo. Crecí viendo ese paisaje y quiero seguir haciéndolo", recalca desde el balcón de su casa.

La directiva de al entidad menor asegura que si el pueblo no quiere la cantera "no habrá cantera". La parroquia está presidida por el actual concejal de Obras del PSOE, Ricardo García Parrondo. La entidad menor ha celebrado varias reuniones para aclarar su postura y conocer la opinión de los vecinos y afectados. La explotación, que tendría 15 años de vida y prevé en su plan de restauración hacer un lago con usos piscícolas y recreativos, pagaría un canon a la parroquia de Barcia. Esta es la contrapartida: un pago millonario si la explotación se lleva a buen término.

La explotación ocuparía 159.200 metros cuadrados (21 veces el campo de fútbol del Camp Nou) en el Monte de Pedreros. El estudio de impacto ambiental indica que la empresa restaurará a medida que excave y saque el material de interés, y que no empleará el sistema de voladuras. En cuento al ruido, considera las emisiones acústicas moderadas. La actividad se desarrollaría entre las 9 y las 18 horas y se evitarían velocidades altas en el transporte. El documento señala que la alteración del paisaje sería evidente por el hueco de la propia explotación y los movimientos de tierras. Para evitarlo, se instalarían pantallas arbóreas y se haría acopio de tierras vegetales como pantalla. El estudio niega cualquier afección a las aguas.

Para la minera, el suelo es "No Urbanizable de Interés Forestal" y no de uso agrario, como mantiene el informe técnico de Valdés de 2015. Además, dice la empresa, "la actividad extractiva es un uso autorizable". El Principado ha rechazado de momento el proyecto, pero la empresa, con sede en León y derechos de investigación minera sobre el terreno, continúa con el trámite.

Compartir el artículo

stats