Los vecinos de la parroquia de Carballo, en Cangas del Narcea, continúan reclamando que los huesos de sus antepasados, que, según denuncian, están tirados en dos escombreras cercanas a la localidad a causa de las obras de ampliación realizadas en el cementerio, sean recogidos y se les vuelva a dar sepultura. La petición ha sido llevada a los tribunales y, aunque en una primera ocasión fue rechazada sin realizar la investigación, ahora se ha dado inicio a las diligencias previas para indagar los hechos.

Es el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Cangas del Narcea el que se encargará de llevar a cabo el procedimiento. La primera denuncia que interpusieron los vecinos afectados fue sobreseída, una decisión que decidieron recurrir. "La Audiencia Provincial nos dio la razón y manda que se reabra el proceso y que se investigue", explica Benigno Acero, representante de los vecinos afectados de la parroquia.

Insisten en que en las escombreras en las que se depositó la tierra extraída del cementerio para realizar la obra, a finales de 2015, todavía hay huesos de los restos de sus antepasados. De hecho, el sábado, antes de la celebración de Todos los Santos, como ya hicieron el año pasado, se desplazaron hasta allí para llevar flores y recordar su reclamación. No obstante, el Ayuntamiento de Cangas del Narcea asegura que pidió a la empresa encargada de la actuación que retirase los huesos de la escombrera y cuando la constructora informó de que lo había hecho, hasta el lugar se desplazó el inspector de obras municipal para verificarlo.

Sin embargo, para los denunciantes esta actuación es insuficiente porque están seguros de que, si se remueve la tierra de las escombreras, seguirán apareciendo huesos.

Esta situación ha creado un enfrentamiento entre buena parte de los habitantes de la parroquia y el sacerdote, al que consideran responsable por haber permitido las obras y no haber tomado las medidas suficientes en el tratamiento de los restos óseos exhumados. Además, recuerdan que en una sala del cementerio continúan cubos llenos de huesos sin que hayan sido enterrados de nuevo.