El concejo de Pesoz, en la cuenca alta del Navia, será pionero en la comarca en establecer una ordenanza que regule la recogida de setas en su territorio. La medida contempla la expedición de licencias, tanto para vecinos como para visitantes, cupos máximos de hongos recogidos por persona y día y sanciones que van desde los 30 hasta los 300 euros para aquellos que se salten la normativa. La desprotección a la que se somete este elemento, presente en buena parte de los montes públicos del municipio, ha impulsado la creación de la norma.

La propuesta parte de analizar la "riqueza" que la zona tiene para el mundo micológico. "Tanto Pesoz como Grandas de Salime, Illano, Boal o los Oscos son un territorio privilegiado para las setas", señala el alcalde, José Valledor. Se estaba constatando una presencia cada vez mayor de visitantes que se desplazaban al municipio sin que se pudiese regular de ninguna manera. "No queremos prohibir nada, sino que exista una mínima regulación en esta actividad", apunta Valledor, que incide en la gran superficie forestal que está en manos públicas.

Pesoz se puso manos a la obra hace meses para redactar esta regulación. Se intentó entonces contactar con otros municipios de la región que tuviesen experiencia, pero fue imposible. "Por eso creemos que somos de los primeros, de la comarca seguro, y de toda Asturias, casi", afirma el regidor. Tampoco existe una normativa a nivel regional que guíe este aspecto.

Cuando la norma entre en vigor, se establecerá una licencia para la recogida de setas, con su correspondiente tasa y limitación en la cantidad. Los vecinos y propietarios de inmuebles en Pesoz pagarán 15 euros al año, y podrán coger un máximo de diez kilogramos al día. En caso de ser visitantes foráneos, el permiso costaría lo mismo, 15 euros, y daría derecho a recoger 6 kilos de setas al día. Una tercera licencia, gratuita, dará derecho a recoger dos kilos al día con fines de investigación y educativos.

Quien se salte las normas deberá asumir las sanciones que regula la ordenanza. En este caso, van desde los 30 hasta los 300 euros. De igual forma, se trabaja para favorecer el acceso a los permisos: "Queremos que se puedan lograr por internet, que sea fácil para el visitante que viene de afuera", asegura el regidor de Boal.

La ordenanza ha sido publicada en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) y actualmente está en fase de información pública. "Atenderemos cualquier reclamación", dice Valledor, que recalca que "regular una actividad no es algo negativo; sirve para darle un uso más racional".

Los aficionados a la micología aplauden este tipo de medidas. "Nos parece algo absolutamente imprescindible. Si no se pone un límite seguirá pasando lo que sucede ahora, que arrasan con todo", asegura Alejandro López, de la Sociedad Micológica de Boal. Este colectivo lleva años reclamando una regulación para todo el territorio, y que sea homogénea en los diferentes concejos. "Se deben establecer unas cuotas y unas limitaciones. Es lo ideal para que nadie lo expolie y para que la gente venga con garantías de que van a recoger; eso sí, respetando el monte y con un orden", enfatiza López, que pide celeridad al Principado y a los municipios para fijar una normativa.