A noches frías, vino caliente. Muchos fueron los que se acercaron en la tarde de ayer a la mesa en la que José Manuel Álvarez repartía el "chirimaco", nombre con el que se conoce en la zona de Villayón al vino hervido con azúcar. "Es ideal para entrar en calor", aseguraba este vecino de La Zorera. Y es que la rasca se dejó notar cuando el sol se puso en las calles del pueblo, mientras que un reguero constante de gente caminaba de aquí para allá en el "Polavilla", una iniciativa que pretende recuperar las costumbres y oficios de antaño, y que tuvo en la figura de las "bruxas" a sus principales protagonistas.

Y es que, como dice Vita López, "en ellas se cree; mucho más de lo que se dice creer". A ella le tocó, como en años anteriores, encarnar el papel de esa persona tocada de alguna manera por el misterio y el mundo de lo oculto, la "bruxa".

"En todos los pueblos había una entendida en hierbas, una curandera; había quien sabía leer las cartas e intuir el futuro, y luego estaba la nigromante, que hablaba con los muertos. En algunas ocasiones, esos tres papeles caían en la misma persona", señaló López, que incidió en que era "respetada y temida" a partes iguales.

Fueron muchos también los que se pasaron por su pequeño puesto para que la "bruxa" leyera el futuro en sus manos o en las naipes. "Es algo complicado, pero me gusta. Me lo paso genial y la gente colabora", afirmó.

Otra "bruxa", la de Brañavara, captó la atención de decenas de personas gracias a la intervención del escritor Fredo de Carbexe, autor de un libro sobre su vida. Amparo López fue muy conocida, no sólo en el occidente asturiano, sino en toda la región, y en cualquier punto del globo donde hubiese un vecino de la zona. "Logró su mayor fama, incluso a nivel nacional, en los años ochenta del pasado siglo", señaló el escritor, que apuntó que se le adjudican las cualidades de "maga, nigromante, veedora y adivina".

La cita de ayer en Villayón dio para mucho más: una concentración de coches clásicos con decenas de participantes, un mercado con productos de alimentación y artesanía, talleres y actuaciones musicales. El buen tiempo desde por la mañana animó a la participación de vecinos y visitantes en la recreación, organizada por la asociación de mujeres "Virgen de los Dolores". También se pudieron degustar delicias tales como los "freixuelos".