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Manos a la obra casera en Almuña

"Haciendo cosas pequeñas sencillas se organiza un día de convivencia", dicen los participantes en la noche de costumbres antiguas del pueblo valdesano

La preparación de los tortos y el picadillo, la noche del sábado en Almuña.

Un cartel, escrito sobre pizarra, daba la bienvenida al barrio de San Lorenzo en Almuña. "Bienvenidos al tiempo recobrado". En la noche del sábado, los vecinos de esta localidad valdesana recrearon antiguas costumbres y oficios, en la primera edición de una cita que quieren consolidar en el calendario de otoño. Fueron una veintena de familias del pueblo las que participaron en la iniciativa, muchas de ellas abriendo sus hórreos, paneras y casonas al numeroso público que, venciendo el miedo a la lluvia, disfrutó de la celebración.

Siguiendo el ejemplo de otras recreaciones de época, no faltaron costumbres como la del esfoyón del maíz, para luego colgarlo en las riestras, o la fabricación artesana de mantequilla y sidra. La gastronomía también estuvo presente, con picadillo, tortos de maíz o castañas. Y también tuvieron su representación oficios casi en extinción, como el madreñeiro o el cesteiro.

"Sirve para recordar lo que se hacía antes, cuando todos los vecinos se reunían en las casas para hacer estas labores. Yo recuerdo que de niña, con ocho o nueve años, iba a casa de mi tía", señaló Isabel Menéndez, una de las vecinas participantes, que destacó la "gran implicación" del vecindario. También satisfecho de esta primera experiencia se mostró Juan Ramón Menéndez, uno de los impulsores del encuentro, dentro de la asociación cultural "Amigos de Almuña". "Siempre dije que teníamos un barrio con mucho encanto. Aquí, en el barrio San Lorenzo, sales de una casa y entras en otra; está lleno de casonas asturianas, de hórreos, de paneras, azoteas, que se prestan para el evento".

El colectivo vecinal pretende "revivir el pueblo y recuperar las tradiciones", y lo hace siguiendo el ejemplo de los vecinos de Navelgas, a los que reconocieron por su "extraordinaria labor". "Haciendo cosas pequeñas y sencillas se organiza un día de festividad y de convivencia, se anima a la gente a salir de casa, pasar un rato agradable y recordar oficios y costumbres antiguas", recalcó con convicción Juan Ramón Menéndez.

Para el cesteiro Vicente Alba, de Paredes, "es un ejemplo que tendrían que copiar en otros pueblos, y mantenerlo para que no se pierda. Porque es la cultura de aquí, de la zona, muy superior a todo lo que nos importan de otros mundos".

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