El sector minero atraviesa de un tiempo a esta parte uno de sus momentos más críticos, pero ayer quiso reivindicar que sigue vivo con la celebración del día de su patrona, Santa Bárbara. Los mineros de Cangas del Narcea y Tineo organizaron durante todo el fin de semana, que se extendió hasta ayer, multitud de actos para rendir honores a Santa Bárbara y propiciar el encuentro de trabajadores, prejubilados y jubilados del sector en una fecha muy señalada para todos ellos.

Al caer la noche, los mineros se pusieron su mono de trabajo, el casco y la lámpara para acompañar a su patrona en procesión por las calles de ambas villas. Las luces públicas y de los establecimientos se apagaron para que solo la luz que los mineros portaban en sus cabezas iluminase el camino. Los voladores y los fuegos artificiales completaron el homenaje que el sector realizó a sus compañeros fallecidos, en Tineo, en el antiguo cementerio, y en Cangas del Narcea, en el parque de la Estatua del Minero. Allí, Adolfo Uría cantó la canción "Ya no se ven los mineros" con la que reivindicó la minería. "Qué tiempos aquellos madre / en los que había tantos mineros / ahora casi nun queden por culpa de los gobiernos", concluyó su tonada.

En Tineo se alegraron de conmemorar su fiesta con la mina de Pilotuerto en activo desde hace dos meses, y además incorporando trabajadores a través de la subcontrata: en los últimos días fueron una treintena, que se suma a los 45 empleados de la empresa matriz, Uminsa.

"Venimos de un expediente de regulación de empleo y al menos celebramos la fiesta con la buena noticia de que estamos trabajando y de que han empezado a entrar trabajadores de subcontrata", apunta el minero José Manuel Pedraza. Recuerda que la celebración de Santa Bárbara es el momento elegido para poder reunir al sector, pero que también tiene su lado reivindicativo. "A pesar de que en estos últimos días dicen que el sector es inexistente, queremos que se vea que sigue vivo y esperemos que siga vivo muchos años más", subraya.

La jornada en Tineo comenzó con un partido de fútbol entre los trabajadores de la mina de carbón de Pilotuero y los de la mina de oro de Boinás (Belmonte de Miranda), al que siguió una exhibición de entibadores de la asociación de Santa Bárbara que durante una hora mostraron a los presentes cómo trabajar la madera para sostener las galerías de la explotación. Emilio Álvarez "Cortina", uno de los entibadores de la exhibición, confesó ser un apasionado de la mina, en la que trabajó 22 años. "Tengo mucho cariño a la mina, era feliz trabajando allí y solo deseo que aguante y que siga muchos años más", aseguró.

Los tinetenses también homenajearon al minero más veterano del municipio, Manuel Fernández, de 70 años, que comenzó a trabajar en la mina recién llegado del servicio militar y estuvo 28 años vinculado a ella desempeñando diferentes tareas. Su vínculo con la minería continúa con la asociación de entibadores.