La comida y la cultura de ocho países muy diferentes entre sí se mezclaron ayer en el patio del Ayuntamiento de Cangas del Narcea en la celebración de la séptima edición del encuentro gastronómico y cultural de las distintas nacionalidades que viven en el municipio y que organiza los Servicios Sociales.

Marruecos, República Dominicana, Argentina, Rumanía, Portugal, Colombia, China y España estuvieron presentes en el encuentro mostrando sus comidas más típicas, que todo el que se acercó por allí pudo probar de forma gratuita. Cuscús y tajín, de Marruecos; mate y pastel de patatas y carne, de Argentina; repollo relleno o bizcocho de cacao y nuez, de Rumanía, bacalao de Portugal y rollitos de primavera chinos, entre otros muchos manjares, fue lo que pudieron degustar los participantes del encuentro con el que se pretende acercar y confraternizar las diferentes culturas que conviven en el municipio.

"Es un intercambio cultural que sirve para unirnos. Llevo participando varios años porque nos permite conocernos, probar cosas nuevas, aprender de otras culturas y sorprenderse de cómo, utilizando los mismos ingredientes, hay un gran cambio de sabor de un país a otro", explica Gladys Menéndez, de Argentina, que no paró de servir de todos sus platos a los asistentes durante la hora larga que duró el encuentro.

Entre los comensales había sorpresa por los nuevos sabores e interés por conocer las recetas para poder reproducir los platos en casa. "Está todo buenísimo", aseguraba Ana Macareno, una asidua a participar en el encuentro porque reconoce que le permite conocer costumbres y comidas de otros países. Con ella, Carmen Miraz e Isabel Fernández enumeraban los platos que más les habían gustado, desde el pan marroquí al repollo relleno de Rumanía o el bacalao portugués.

El puesto más grande era el marroquí y lo prepararon entre cuatro familias. Miriam Elakraoui asegura que les encanta participar porque "es una forma de que todo el mundo conozca las cosas de Marruecos; la comida y la ropa es lo que más les gusta y les sorprende". Le seguía en tamaño el de Rumanía, que se vinculó a la Navidad con platos típicos de esa fecha en el país. Además, las encargadas de prepararlo, ataviadas con sus trajes típicos, bailaron un baile regional acompañadas por el personaje de la cabra, típico de la Navidad de Moldavia. "Tenemos que agradecer la oportunidad de enseñar una parte de nuestras tradiciones y cultura, más en estas fechas tan señaladas en las que estamos lejos de nuestras familias y muchos no podemos ir a verlos", apunta Andrea Lucía Ursa.