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La cerveza, futuro prometedor en Navia

"Se necesitan más emprendedores", dice Mónica Fernández, una administrativa que tras quedar en paro se lanzó a hacer bebida artesana

Mónica Fernández, con dos botellas de cerveza artesanal, en Andés. G. GARCÍA

Artesana, natural, y cien por cien libre de aditivos. Así es la cerveza que elabora Mónica Fernández en Andés (Navia), en una pequeña instalación que acaba de iniciar su actividad. Dedicación, ganas e ilusión no le faltan a esta emprendedora, que ha sabido reconvertirse y labrarse un futuro prometedor en el medio rural después de ejercer como administrativa en varias empresas, y finalmente perder su empleo. "Supone un gran sacrificio, pero todo esfuerzo merece la pena. Hacen falta más emprendedores en la comarca", asegura Fernández.

La historia de la primera cerveza artesanal que se comercializa en Navia, y en el Noroccidente, se labra desde 2008, cuando Mónica Fernández y su familia comenzaron a elaborar esta bebida para su consumo. "En un momento dado, me quedé en el paro, después de 15 años llevando las cuentas de empresas. Vimos que la cerveza artesana es un mundo en auge, nos gustó, y me decidí a sacar adelante este proyecto", asegura esta vecina de Andés.

En un inicio, la falta de cultura de consumo de este producto en la comarca, y la inexistencia de otros elaboradores frenó un poco sus esperanzas, pero finalmente se decidió a sacar al mercado la "Naviega". Fernández explica las ventajas que ha tenido para ella el cambio radical en su vida laboral: "Es una salida que me permite trabajar, y al mismo tiempo, poder compaginarlo con la crianza de nuestra hija, que para mí es lo más importante".

De modo que, apoyándose en las ayudas europeas que se reparten desde el Centro de Desarrollo del Navia-Porcía, la empresaria remodeló un espacio en la planta baja de la vivienda unifamiliar, e instaló allí toda la instrumentación necesaria para comenzar a producir la cerveza, a base de agua, malta y lúpulo.

"La receta es la que hemos elaborado desde un principio, desde que comenzamos, aunque ha habido mejoras", señala Mónica Fernández. Elabora dos tipos: una indian pale ale y una irish red ale. Ha preferido ir poco a poco, y ahora es capaz de producir unas 1.200 unidades al mes. Las expectativas, ahora que llega al mercado, son buenas: "Llevamos tiempo peleando con el proyecto, y la gente que nos conocía ya tenía ganas de que finalmente pudiese ver la luz. Esperamos que al público le guste, y que repita", bromea la emprendedora afincada en Navia.

Mónica Fernández anima a todas aquellas personas que atraviesen una situación similar a la suya a dar el paso y lanzarse para conseguir hacer realidad su proyecto. "Cuando tienes una idea, una buena forma de salir adelante es a través del autoempleo. Se necesitan más emprendedores en la comarca, para generar movimiento y actividad; es mucho mejor para todos", afirma.

Desde esta semana, en los bares del entorno ya se puede degustar esta cerveza nacida en Navia. Mónica Fernández ya piensa en el siguiente paso: "Quiero hacer botellas con etiquetas personalizadas", anuncia.

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