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La empresa Transportes Peláez, de Cudillero, a punto de entrar en concurso de acreedores

La firma, en declive desde la muerte de su fundador, Ángel Peláez, llegó a contar con medio centenar de camiones para repartir por toda España

La empresa Transportes Peláez, una de las firmas más conocidas de Cudillero, no pasa por su mejor momento. La compañía está a un paso de entrar en concurso de acreedores y, según las fuentes consultadas por este diario, el pasado lunes varios empleados no fueron a trabajar.

Una veintena de trabajadores ven peligrar su puesto de trabajo. La empresa tiene camiones y se dedica al reparto de materiales por Asturias y España. También posee un taller para el mantenimiento de estos vehículos y en su momento llegó a disponer de gasolinera propia.

En Oviñana hace tiempo que se habla de esta falta de actividad de la empresa. Su cierre supondría un varapalo para el pueblo y para Cudillero después de la marcha de Prefabricados de Cudillero, empresa que ahora tiene su sede en Gijón.

Transportes Peláez fue puntera en el sector del transporte. Según los vecinos de Oviñana, llegó a tener en su haber más de cincuenta camiones. El hombre fuerte de la compañía, el empresario pixueto Ángel Peláez Gutiérrez, falleció de forma repentina hace dos años. No tenía hijos. Su herencia está desde entonces en manos de sus hermanos y sobrinos. "Es una empresa con arraigo y que fue solvente y es una pena que acabe así", indicó ayer un vecino.

Ángel Peláez fue un empresario de éxito. Gracias a sus más de sesenta años de carrera en el sector se convirtió en uno de los hombres de negocios más relevantes del concejo de Cudillero. Fue copropietarios de la empresa de hormigones Horvalsa y en la época más boyante de la empresa Transportes Peláez, la que dirigía en solitario, llegó a tener 35 empleados. Se cree que sí podría sobrevivir una empresa paralela que dejó en herencia después de morir. Esta firma tiene menos volumen de trabajadores.

Cudillero digiere esta mala noticia mientras espera ahora por el traslado de la sede de Pravia del grupo alemán Papier Mettler Iberia. La compañía espera ampliar la plantilla y, además, su actividad en el polígono de Valdredo podría generar más empleo de forma indirecta. El traslado, que dejará vacía la sede de Pravia, se hace con calma.

La compañía tiene que ajustar el montacargas y también debe hacer un proyecto contra incendios más ambicioso. La firma Precusa disponía de extintores, pero este sistema es insuficiente para una empresa que trabaja con embalajes de papel y plásticos.

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