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Allande, en versión documental

El despoblamiento será el tema principal del proyecto audiovisual que están desarrollando la cineasta Konchi Rodríguez y la asociación "Eixe"

Un momento del ensayo. D. ÁLVAREZ

El concejo de Allande y una de sus principales problemáticas, el despoblamiento, serán los protagonistas de un falso documental del que ya se han comenzado a realizar las primeras grabaciones. La cineasta Konchi Rodríguez, profesora de interpretación y, en el colegio de Pola de Allande, de Plástica, es la impulsora del proyecto, que pretende involucrar a todo el municipio y que cuenta con el respaldo y la colaboración de la asociación cultural "Eixe".

"Se trata de un falso documental abierto a la participación de todo el pueblo, que lo que busca es mostrar lo que es el concejo de Allande bajo una realidad vestida de película de ficción", explica Rodríguez, quien el año pasado desarrolló una iniciativa similar en Colombres, que fue elegida para participar en el Festival de Cine de Gijón.

"Gominolas" será el título del documental, que pretende "dar, con un punto irónico, una visión crítica de lo que está pasando", subraya Óscar García, miembro de "Eixe".

El presidente del colectivo, Andrés Menéndez, añade que el objetivo de desarrollar este proyecto audiovisual es conseguir "integrar a todo el mundo en un proyecto común en el que se identifique; creemos que una de las cosas que falla aquí es el problema de la identidad, el apego a la tierra es cada vez menor y pesa más la creencia de que el futuro está fuera; así, si con estos pequeños pasos se puede ayudar a reforzar la identidad local, podría compensar un poco esa huída y emigración".

Paralelamente, Konchi Rodríguez está ofreciendo clases de interpretación en Pola de Allande todos los miércoles, a las 20.00 horas. Es un taller, que no es obligatorio para poder participar en el documental, al que están asistiendo siete personas, entre ellos, un niño de 10 años. Además, al tratarse de una formación continua que no corresponde al aprendizaje de una obra de teatro, está abierto a que más personas se animen a participar.

"El curso se basa en dinámicas de grupo para aprender a moverse, a expresar con el cuerpo, a hablar, a improvisar y a imaginar; lo que se consigue es que la gente se abra y logre afrontar conflictos, es terapéutico", subraya Rodríguez.

Sus alumnos corroboran que se trata de una actividad divertida que les permite convertirse en otras personas y vivir cosas que en su vida normal no podrían. Por eso animan a que el resto de los vecinos se atreva a asistir. Consideran que tanto las clases como el documental ayudarán a crear unión y visión de futuro.

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