Viajar por el mundo y conocer las costumbres navideñas de los cinco continentes es posible con sólo dar un paseo por el centro de Boal. La villa se ha convertido en estas fechas, y por sexto año consecutivo, en un gran escaparate que muestra figuras y creaciones llegadas de todos los puntos del globo. La ruta de los belenes se consolida como un reclamo más para el concejo, ya que cuenta con más de un centenar de nacimientos, y la implicación de los vecinos es cada vez mayor. Repartidos por locales y comercios, los nacimientos hacen las delicias de grandes y pequeños.

"Tenemos varios que llaman mucho la atención, sobre todo a los niños. Como el realizado con globoflexia, o el que tenemos con clicks de Playmobil, que representa un mercado con todos los oficios tradicionales", explica Pilar González, responsable de la Agrupación Belenista de Boal. "La gente lo espera con ganas, quiere saber qué novedades hay cada año", añade González.

Para estas Navidades, dentro del apartado dedicado a las creaciones llegadas desde diversas partes del mundo, este año destaca un "szopka", un nacimiento típico de la ciudad polaca de Cracovia, muy original por su vistosidad y por los materiales que se utilizan. "Se construye con madera fina o cartón, y lo cubren con papel de aluminio de colores", señala González. También son novedad un nacimiento llegado desde Tierra Santa, adquirido en una cooperativa de cristianos palestinos, y otro llegado desde Bolivia, típico de la zona del lago Titicaca, que se representa sobre una embarcación tradicional.

La variedad no termina ahí: hay belenes en miniatura, realizados con materiales reciclados, con ganchillo, con papel y cartón, y de todas las formas y colores imaginables.

La muestra puede verse en diversos comercios, así como en locales cedidos a la Agrupación Belenista. El colectivo se ha encargado, además, de indicar mediante mapas el origen de todas las obras. Los belenes permanecerán hasta el final de esta semana.