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RICARDO MARTÍNEZ PLATERO | Cirujano afincado en Tapia, presenta su último trabajo sobre úlceras

"Un 72 por ciento de las úlceras no están diagnosticadas ni bien tratadas"

"Esta patología está minimizada por el sistema sanitario; los pacientes pululan de consulta en consulta sin recibir una solución a su problema"

El cirujano Ricardo Martínez Platero, en su vivienda de Tapia, con su última obra. G. GARCÍA

El cirujano uruguayo Ricardo Martínez Platero acumula más de tres décadas de trabajo tratando y curando úlceras de etiología venosa en Tapia de Casariego. Hasta la comarca llegan, atraídos por los buenos resultados que ofrece su clínica, pacientes de todos los puntos de Asturias y Galicia, aunque también proceden de comunidades más lejanas, como Madrid o Navarra. El especialista, con una dilatada carrera que comenzó en su país natal y que continuó en Argelia y Cataluña antes de instalarse en la localidad tapiega, acaba de presentar la segunda edición de su obra "Úlceras de etiología venosa y vasculares de las piernas". Se trata de una edición ampliada y mejorada, sustentada con estadísticas, en las que instruye sobre el tratamiento de esta patología, "que no se tiene lo suficiente en cuenta en el sistema sanitario", apunta.

- ¿Por qué se ha decidido a publicar esta segunda edición de su obra sobre úlceras?

-La incidencia de esta patología es de entre un 2,5 y un 3 por ciento, lo que quiere decir que en Asturias tenemos unos 25.000 pacientes, o puede que más, con este tipo de problemas. Pueden aparecer por problemas venosos, como las varices, y también a consecuencia de una obstrucción arterial, lo que se conoce como úlcera isquémica, aunque también las hay mixtas. Al tratar este tipo de problemas en Tapia, comencé a darme cuenta de que, cuando venían los pacientes a la consulta, no estaban diagnosticados por la asistencia primaria ni estaban bien tratados. Este problema está minimizado en el sistema sanitario.

- En su opinión, por tanto, no se le da la importancia que merece.

-Exacto, no se le da la importancia que tiene que tener. Estos pacientes pululan de ambulatorio en ambulatorio, de consulta en consulta, sin una solución. Hay artículos y artículos que dicen que una úlcera venosa, para ser curada, lleva aproximadamente unos siete meses, 210 días. Solamente en el 28 por ciento de las úlceras se diagnostica su causa. Hay, por consiguiente, un 72 por ciento que no están diagnosticadas, y si no diagnosticas no curas. En medicina hay axiomas, y uno de ellos es que hay que saber la causa para poder curar. En Asturias tenemos una sola unidad de tratamiento, en el HUCA, con dos enfermeras, que no pueden atender correctamente a todos los pacientes.

- ¿Por qué sucede esto en el sistema sanitario?

-Cuando llegué a España, la sanidad estaba en mejores condiciones que ahora. Ahora, la gente va por delante, y hay más tecnología que hace treinta o cuarenta años. Los medios de diagnóstico son muy avanzados, las grandes analíticas, las nuevas tecnologías y todos los avances? La ciencia y la tecnología han dado grandes pasos. La gente vive más, y consulta más, y la sanidad no da abasto. No tienen ni técnicos ni enfermeros suficientes, tampoco especialistas, por lo que hay un déficit importante. Por otro lado, los médicos tenemos una misión, que es curar, pero también tenemos una misión social, porque somos los que le damos la salud a la gente, pone sus vidas en nuestra mano. Y este libro es una contribución, para ayudar en esta tarea.

- ¿Qué plantea, por tanto, en esta publicación?

-El libro dice exactamente cómo se diagnostica una úlcera, y dice exactamente cómo se cura una úlcera. Y se demuestra que esa curación que nosotros hacemos es efectiva, basada en el estudio de los 3.045 pacientes que publicamos. La medicina es una ciencia en la que son esenciales tanto la matemática como la estadística, para saber si el tratamiento es curativo o no. Esos pacientes, este estudio, me han llevado los últimos veinte años de trabajo continuado.

- ¿Cuál es la diferencia entre esta edición y la primera?

-En el primer libro dije cómo se diagnosticaba y cómo se curaba, pero no tenía la estadística para asegurar que eso era cierto. Ahora, se amplía con la experiencia cómo es todo el proceso. Es más extendido, más detallado. Cualquier enfermero que lea esto sabrá qué hacer para diagnosticar y para curar.

- Su experiencia en Tapia, por tanto, ha sido importante.

-La experiencia en Tapia, en general, ha sido fundamental en mi vida. Hace treinta años que trabajo aquí, y toda mi labor sobre úlceras se desarrolló en este lugar. Mi trabajo fundamental está en Asturias, y este libro se lo dedico a la sanidad asturiana y a la medicina española.

- ¿A quién se dirige el libro?

-A los enfermeros, porque son quienes están en la primera línea de este problema. Son los que curan todos los días las úlceras. Y segundo, a los médicos de cabecera, que son los que reciben a estos pacientes y son los que tienen que formarse. En la primera edición propuse la creación de cuatro unidades de expertos en úlceras en Asturias. Se trata de un médico de asistencia primaria que profundice en la patología ulcerosa y que sepa como curarla.

- ¿Qué resultado da su método?

-A nosotros no nos lleva siete meses la curación, sino dos meses y medio, y curamos el 90 por ciento de los casos. Además, abaratamos el coste, porque hacemos lo que llamamos "el hospital en casa". Les enseñamos a los pacientes cómo se deben cuidar en casa. La enfermera le da una clase en la clínica de cómo hacer para curarse. Una cura simple, lavando y secando la herida, aplicando la pomada y la gasa, y colocando la venda. Se controlan cada treinta días. Y no sólo al paciente, también a los familiares.

- ¿Cuál sería el paciente tipo de esta patología?

-Las úlceras son mucho más frecuentes en las mujeres que en los hombres, un 70 por ciento de mujeres contra un 30 por ciento. La media de edad es de unos 70 años. Esto es así porque la mujer tiene una biología distinta a la del hombre, y tiene un tejido conjuntivo un poco más débil que el del hombre, y los embarazos también afectan.

- Si no se tratan a tiempo, ¿qué puede suceder?

-Las úlceras venosas se agravan, se hacen más grandes, y duelen. No dejan dormir al paciente. Limitan la vida social por completo, porque tienen que estar siempre tapadas. No pueden salir, no pueden moverse con libertad. Y cuando son muy grandes, muchas veces duran años. Además, la amputación de la pierna o del pie es mucho más frecuente por las úlceras de origen vascular. Se forma una gangrena. Si no se trata a tiempo puede provocar un problema grave con amputación.

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