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Un centro en el que se apoya todo Valdés

"Somos una familia", dicen en el grupo de integración de Canero, que restaura muebles y hace placas y carrozas para el concejo

Ángeles Suárez y Ángeles Fernández, con uno de los detalles realizados para el Ayuntamiento en el taller de talla de madera. A. M. SERRANO

La aportación del Centro de Apoyo a la Integración (CAI) de Canero al concejo de Valdés es grande, pero pocas veces se da a conocer. Los 18 usuarios, todos con alguna limitación física o psíquica, apoyan siempre que pueden a los pueblos y sus actividades. Ello se traduce en restauraciones de muelles para la capillas o en la elaboración de los carteles que señalan los pueblos, las placas con las que el Ayuntamiento de Valdés rinde homenajea a sus mayores, los recientes trineos y tronos de las cabalgatas de Navidad o el barco del fin de semana pirata que organiza la asociación de comerciantes de Luarca.

Trabajar con personas con discapacidad es una oportunidad grata. "Se aprende mucho", explica la concejala de Servicios Sociales, Ángeles Rodríguez (PSOE). Ella ha hecho una firme apuesta por este servicio municipal. Visita con asiduidad a los usuarios y en las instalaciones donde viven y trabajan los usuarios los días laborables de nueve de la mañana a cuatro a la tarde siempre encuentra "una familia. "Es lo que somos", señala la directora, Susa Menéndez.

Menéndez destaca que los usuarios desarrollan "con mucho gusto" los programas de intervención hacia la comunidad. Ello les hace sentir parte de la sociedad, "a que a portan un valor importante. Hablamos de conceptos como pertenencia, solidaridad y utilidad", añade.

Las hermanas María Jesús y Sonia Castro son dos usuarias a las que les encanta "ayudar a los demás". Su compañero, Jorge Menéndez, también cree que es positivo "hacer algo por alguien". Ángeles Fernández, que lleva ya cinco años en el CAI de Canero, hace las placas de madera con las que el Ayuntamiento de Valdés reconoce a los mayores.

¿Qué le gusta de este trabajo? "Me divierte y además sé que hago un material con un destino concreto", señala. Ángeles Suárez la acompaña en la labor de hacer detalles en madera y talla de madera desde hace un año. "Aprendes cosas nuevas, trabajas en grupo y sí, te diviertes mucho", apunta.

Al entrar el centro, si algo se respira es tranquilidad. Susa Menéndez habla a los usuarios como al resto de personas sin limitaciones. Es una forma de integrar y de hacer ver que los discapacidades pueden convivir como el resto.

Cualquier asociación, grupo o parroquia de Valdés puede tender lazos con el CAI. Para ello, se deben poner en contacto con la concejala de Servicios Sociales, quien transmitirá el deseo a la dirección del centro.

Los usuarios decidirán si pueden hacer o no los trabajos que se pretender encargar en función de la dificultad técnica y del tiempo disponible. La mano de obra es gratuita. No los materiales que, en su caso, debe aportar el colectivo que hace el encargo.

Ahora mismo, el Centro de Apoyo a la Integración de Canero tiene dos plazas libres. Los interesados pueden ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Valdés para conocer los requisitos de acceso.

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