Las nuevas notificaciones sobre el mal estado de edificios en Valdés conllevarán una sanción y podrán desembocar al final en el embargo de la propiedad por parte de la Agencia Tributaria. Es la nueva medida que ha decidido poner en marcha el Ayuntamiento para atajar la situación de deterioro que presentan muchos inmuebles, agravada por el mal tiempo de estas semanas.
La caída de losas desde la techumbre de una propiedad de la Puerta de la Villa, el apuntalamiento de otra vivienda en la calle Pilarín y el riesgo de una tercera instalación que linda con la vía pública en la avenida de Galicia centran estos días las críticas vecinales. El asunto ha trascendido especialmente por los antiguos edificios que se encuentran en el centro de la villa y en lugares de paso frecuentados por los vecinos. La caída de cascotes, de material de las fachadas y de losas de las techumbres preocupa a los vecinos, especialmente en época de agua y fuertes vientos.
El gobierno socialista, dirigido por Simón Guardado, espera que la situación mejore con la nueva medida. "Las notificaciones se generarán automáticamente, sumando los importes de la sanción hasta que se ejecute la orden bien por el propietario o bien por la administración", precisa el regidor valdesano.
Es decir, en caso de hacer caso omiso a los requerimientos de forma reiterada (algo que suele suceder cuando hay varios propietarios o estos están lejos) a partir de ahora el Ayuntamiento podrá actuar de oficio con más premura y resultados. Si antes el propietario no contestaba o anunciaba falta de solvencia, ahora el Ayuntamiento podrá hacer la obra necesaria por su cuenta, emitir la factura y la sanción y, en último caso, hacerse incluso con la propiedad.
El año pasado el Ayuntamiento tramitó 26 requerimientos y no todos afectan a propiedades de la capital del concejo. También hay notificaciones para la zona rural por riesgo de caída de paneras. La Oficina Técnica Municipal se encarga de los expedientes. Algunas viviendas en estado ruinoso de Luarca llevan años en este estado sin que los propietarios acometan obra alguna. El Ayuntamiento señaliza los de mayor riesgo.
